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viernes, 8 de julio de 2011

Historiando cantares - Un regalo para mamá

Hola amigos.
Una vez más hacemos entrega de otro "Historiando cantares". En esta oportunidad le corresponde al chamamé "Un regalo para mamá", con versos escritos por Hugo de la Silva y musicalizados por el todavía vigente Ramón Méndez.
Hugo de la Silva escribió la letra dedicada a doña Rita Altamirano -la madre de Ramón- y el tema fue grabado por primera vez en el año 1965 por el mismo Ramón Méndez y su conjunto guaraní, con las voces de Ignacio Morel y Juan Carlos González -el dúo Morel-González.
Al final del artículo se encuentra la letra del tema y el audio.
Hasta otro momento.
Pablo


Doña Rita Altamirano

Era un día de fiesta para el bandoneonista Ramón Méndez y más que para él, para su madre. En efecto, su mamá doña Rita Altamirano, nacida el 22 de mayo de 1903, cumplía años y se organizó un asado para festejarlo en la Estancia del Carmen, la estancia paterna, la del padre de Ramón Méndez, don Marcos Méndez, en la provincia de Corrientes. Era la estancia donde precisamente nació Ramón Méndez, ubicada en las cercanías del arroyo Itaembé, que marca el límite entre las provincias de Misiones y Corrientes.

Como regalo de cumpleaños, Ramón Méndez compró para su madre en Encarnación, Paraguay, dos hermosas mantillas: una blanca con delicado encaje, y la otra de la clásica tela paraguaya ao poí con bordados de colores.

Este regalo para su madre, tenía gran importancia, tenían gran valor, porque ella era muy católica y cuando concurría a las ceremonias religiosas, a las misas, usaba mantilla, y si bien tenía varias y de diferentes modelos, éstas eran verdaderamente hermosas. Es que en los pueblos de la zona guaraní, cuando las mujeres de origen humilde concurrían a misa, lo hacían con la cabeza cubierta con una mantilla, algo así como señal de respeto, como una especie de vergüenza de entrar a la iglesia, ante las miradas atentas de las personas de la clase adinerada.

A ese asado de cumpleaños de doña Rita Altamirano, entre los invitados, estaba Hugo de la Silva, un hombre culto, tucumano, doctorado en Filosofía y Letras, que en la década del '60 llegó a ser director de Canal 7y de Radio Nacional de Buenos Aires, además de ser autor de zambas, valses, bailecitos y otros temas de repertorio folklórico, algunos con Waldo Belloso, y además autor de los chamamés "A ti santiagueña" y "Tu perfil" con Ramón Méndez, además de "Un regalo para mamá", y del rasguido doble "Me miran tus ojos" con el acordeonista Juan Castillo. Hugo de la Silva falleció el 26 de marzo de 1983.




Hugo de la Silva


Volviendo al cumpleaños de doña Rita Altamirano en la Estancia del Carmen, Ramón Méndez le regaló las mantillas a su madre y Hugo de la Silva, invitado al asado, que ese día conoció a la cumpleañera, escribió allí mismo los emotivos versos de "Un regalo para mamá" y se los dejó a Ramón Méndez para que compusiera la música.

Y Ramón Méndez compuso la música del chamamé "Un regalo para mamá" cuando llegó de vuelta a Buenos Aires, donde ya estaba residiendo, en la calle Chile 1035. Corría entonces el año 1964.

Al año siguiente, el 14 de mayo de 1965, Ramón Méndez con su conjunto guaraní y las voces de Ignacio Morel y de Juan Carlos González -el dúo Morel-González- grabó el chamamé "Un regalo para mamá".

Y como Ramón Méndez era amigo de Ramón Quevedo y de "Toto" Maidana, por haber vivido en Villa Jardín junto a ellos, les envió una cinta con la grabación del chamamé "Un regalo para mamá" junto a la del chamamé "Mi estrella", para que lo escucharan y lo grabaran si es que les gustaba. Y como les gustó, en el año 1966 el conjunto "Quevedo-Maidana" con las voces de Ramón Ubeda y Carlos Alfonso -el dúo Ubeda-Alfonso- grabó el chamamé "Un regalo para mamá" (disco "Nostalgias del Chamamé" - Sello Opus OL Nº 7020).

Muchos años después en el 2006, Ramón Méndez volvió a grabar "Un regalo para mamá" (disco "Patria y Tradición"), esta vez con las voces de Morena y "Teresita" Aquino.


UN REGALO PARA MAMÁ - chamamé

Letra: Hugo de la Silva
Música: Ramón Méndez

Recitado

Como regalo a mi madre,
quiero que llegue este canto,
humilde y sencilla ofrenda
a su amor tan puro y santo.

Cantado

He traído madrecita
el regalo que anhelabas
que soñaste tantos años
bajo el cielo guaraní.

En tu blanca cabellera
será el manto de alborada
que acompaña tus plegarias
cuando ruegas para mí.

Estribillo

Aquí tienes la mantilla
que entre tantas la eligieras,
del color de esos tus ojos
que iluminan mi existir.
Es hermosa, tan hermosa,
como sol de primavera,
es acaso lo más fino
que han tejido para ti.

Festejemos hoy tu día,
madrecita de mi vida,
sembradora de cariño
y ternura infinitas.

En tu rostro está la huella
de esperanza y desvelos
y tus labios van sembrando
las palabras de consuelo.


 

Fuente consultada:
Gutiérrez Miglio, R. 2007. Quevedo-Maidana y su conjunto correntino en el mundo del chamamé. Ed. El Reino Guaraní. Buenos Aires. pp. 92-93

domingo, 1 de junio de 2014

Historiando cantares - Olguita

Hola amigos del blog.
En esta oportunidad les dejo la historia del chamamé "Olguita", compuesto por el poeta correntino Francisco La Cruz Insaurralde (1926-2002) y musicalizado por el bandoneonista entrerriano Ramón Bernárdez (1926-1998). Fue grabado por 1ra. vez en el año 1956 por Isaco Abitbol y su conjunto y con las voces del dúo Ubeda-Chávez.
Será hasta el próximo "Historiando Cantares".
Pablo


Héctor Chávez y Pascasio "Paquito" Ubeda

El poeta Francisco La Cruz Insaurralde nació en la localidad de San Cosme, provincia de Corrientes, el 9 de marzo de 1926 y falleció el 23 de junio de 2002. Al fallecer su padre, siendo él muy niño, se trasladó con su madre a la ciudad de Corrientes donde residió hasta que finalmente se radicó en Buenos Aires. Comenzó como guitarrista con sólo 17 años para incorporarse luego a diversos conjuntos como guitarrista y cantor. En tal carácter integró el conjunto de "Chito" Morales, el de Marciano Gauna denominado "Los Indígenas" formando el dúo Avalos-Insaurralde, prosiguiendo luego con el mismo dúo en el conjunto "Los Hijos del Taragüí" del bandoneonista Ramón Lovera, pasando luego a dirigir su propio conjunto titulado "Los Gauchos del Litoral" en el que integraba el dúo Del Marino-Insaurralde. En todos estos casos, los conjuntos se presentaron amenizando diversos bailes, en la provincia de Corrientes. A mediados de la década del '50, Francisco La Cruz Insaurralde se radicó en Buenos Aires, exactamente en la localidad de Ingeniero Budge. Posteriormente se incorporó al conjunto "Azul y Blanco" de Ramón Estigarribia, llegando con esta agrupación a los estudios de grabación haciendo glosas y cantando a dúo con Ernesto Sosa, contando el conjunto con el acordeón de Ramón Estigarribia y el bandoneón de "Lulo" Rivero (ver DISCO publicado en este blog).

Finalmente, Francisco La Cruz Insaurralde dejó de integrar conjuntos para dedicarse de lleno a la poesía, logrando un destacado lugar por la calidad de sus versos, que fueron grabados por una gran cantidad de conjuntos. Su obra poética está dispersa y muchos de sus versos aún están inéditos. Incluso muchas de sus poesías fueron registradas por personas que no tuvieron ninguna consideración en las mismas y que figuran como autores, sin serlo, en la grabación realizada por los más importantes conjuntos.

Los chamamés de Francisco La Cruz Insaurralde grabados por el dúo Ubeda-Chávez son "Olguita", "A mi guainita", "Inolvidable" y "Siempre a mi lado, mamá".

Entre otros temas, no grabados por el dúo Ubeda-Chávez, Francisco La Cruz Insaurralde escribió la poesía del chamamé "Susana, la dulce", que en realidad fue titulada por él con el nombre de "Susana de Budge" dedicándosela a Susana, esposa del comentarista radial chaqueño ya fallecido "Moncho" Bordón. Andrés Sosa le compuso la música y el chamamé fue rebautizado como "Susana, la dulce" llevándolo al disco el dúo Sosa-Giménez en el año 2004.

En cuanto a la poesía del chamamé "Olguita", la escribió Francisco La Cruz Insaurralde en su época juvenil, cuando todavía no se había radicado en Buenos Aires. Un día concurrió al hospital de la ciudad de Corrientes, y allí trató circunstancialmente con una joven y linda mujer que era lisiada y que se desplazaba en silla de ruedas. En la ocasional conversación surgida, ella le manifestó que su nombre era Olga. Francisco La Cruz Insaurralde, viéndola enferma, se sintió conmovido y le dijo "te voy a armar unos versos". Como producto de esta situación de su fina inspiración, y en cumplimiento de lo prometido, nacieron los versos del chamamé "Olguita", que son un canto al amor que retorna a la vida del protagonista, que vuelve a ser dichoso al recuperar el amor de Olguita.

Cuando Francisco La Cruz Insaurralde ya estuvo radicado en Buenos Aires, y se integró al ambiente de artistas chamameceros, conoció a Ramón Bernárdez, que actuaba como bandoneonista del conjunto de Polito Castillo. Ramón Bernárdez compuso la música para los versos de "Olguita" y el tema fue estrenado en el programa "Cartelera Correntina" que transmitía Polito Castillo por LS4 "Radio Porteña", por el conjunto del propio Polito Castillo, cantando el dúo Ubeda-Chávez, y el propio Ramón Bernárdez en bandoneón. El tema fue registrado en SADAIC el 15 de abril de 1956.

Inmediatamente, en el año 1956, el chamamé "Olguita" fue grabado por Isaco Abitbol con el dúo Ubeda-Chávez, siendo el primer tema que le grabó Isaco Abitbol a Francisco La Cruz Insaurralde (ver disco "A mi Corrientes porá").

Tapa del LP de Isaco Abitbol y su conjunto (sello Music Hall N° 12.174) que contiene la primera grabación del chamamé "Olguita". 
Gentileza: blog "La Hora del Chamamé" de Pedro Larroque.

OLGUITA (chamamé)

Letra: Francisco La Cruz Insaurralde
Música: Ramón Antonio Bernárdez

Dichoso estoy, vuelvo a sentir
la dulce miel de tu querer
que sin saber un día perdí
y hoy vuelve a mí tal como ayer.

Qué triste fueron las horas,
inmenso mi padecer.
Hoy mi alma ya no llora,
canta de amor y placer.

Se torna hermosa la vida,
es más divino el vergel.
Con tus besos y caricias
dichoso estoy otra vez.

Fuente:

Gutiérrez Miglio, R. 2006. El dúo mayor del chamamé: Ubeda-Chávez y su conjunto correntino. Ed. El Reino Guaraní, Buenos Aires. 80 p.

jueves, 5 de abril de 2012

Historiando cantares - Mesón de Fierro

Hola amigos.
Continuando con ésto que dimos en llamar "Historiando Cantares", les quiero dejar una historia que encierra un misterio que durante casi dos siglos ha intrigado tanto a científicos como a exploradores. Trata sobre "Mesón de Fierro", un gran meteorito que hasta el día de hoy su paradero es desconocido y que dio nombre a un pueblo ubicado en la provincia del Chaco, entre las ciudades de Villa Angela y Charata.
Existen varios chamamés inspirados en este pueblo como "Mesón de Fierro" (de Tránsito Cocomarola, Armando Correa y Luis Mendoza), "Estancia El Mesón" (de Enrique Cena y Félix Duarte) y "Virgen del Mesón" (de Antonio Alegre y Jaime Girón).
Por último sugiero visitar el sitio web "Cielo Sur" en donde podrán hallar una visión más científica sobre la historia de este meteorito.
Un abrazo a todos y será hasta la próxima.
Pablo


Fotografía extraída del sitio Panoramio.com (usuario Baratito).


El pueblo Mesón de Fierro queda, por caminos indirectos, entre las ciudades de Villa Ángela y Charata, en la provincia del Chaco. Está situado en el departamento Doce de Octubre y depende administrativamente del municipio de General Pinedo de cuyo centro urbano dista unos 32 km. Según el censo nacional del año 2001, contaba con 385 habitantes. A 3 km se encuentra el Santuario de la Virgen de la Laguna (anteriormente llamada Virgen del Mesón), a la cual acuden miles de peregrinos a la fiesta que se realiza cada 8 de diciembre.


Entrada al pueblo Mesón de Fierro, Chaco.
Fotografía extraída del sitio Panoramio.com (usuario seba_tommy).


Esta localidad debe su nombre a un meteorito, o en realidad de una parte de un meteorito, llamado "Mesón de Fierro", muy grande y pesado que cayó y se desintegró en el lugar, formando parte de una lluvia de meteoritos metálicos ocurrida hace unos 6000 años (entre los años 3080 y 3910 a.C.) en una extensa región llamada "Campo del Cielo" y ubicada en el Chaco Austral, actualmente entre el límite de las provincias de Santiago del Estero y el Chaco. Esta lluvia fue la resultante de la explosión en la atmósfera de un asteroide de unos 840.000 kg.

Debido a la existencia del meteorito, la estancia que comprendía los terrenos en que se encuentra la laguna, en el medio del campo, se llamaba Estancia "El Mesón". Los terrenos de la estancia luego fueron loteados y convertidos en chacras. Pero el lugar, que pertenecía a la Estancia "El Mesón" le quedó por ese motivo, el nombre de "Mesón de Fierro".

Esta gran región "Campo del Cielo" (de unos 20.000 km cuadrados) fue considerada sagrada por los antiguos aborígenes y éste era uno de los motivos principales de que hasta la década del '20 se hallara casi despoblado de seres humanos. Cabe aclarar que la lluvia meteórica de "Campo del Cielo" es una de las más grandes del planeta (150 km de largo por 2,5 km de ancho) y la hace diferente de otra a cualquier otro fenómeno similar producido por cuanto el meteoro efectuó un vuelo rasante sobre la superficie de la Tierra, razón por la cual produjo cráteres de poca profundidad que han conservado las masas de hierro meteórico.

Apenas llegados los españoles a la región del Tucumán, les llamó la atención encontrar en las etnias chaqueñas puntas de flechas y boleadoras confeccionadas con hierro. Esto motivó que en 1576 el gobernador Gonzalo de Abreu y Figueroa enviara una expedición comandada por Hernán Mejía de Mirabal en busca de la supuesta "gran mina de hierro y otros metales" que se encontraba en el Chaco Austral. Sin embargo, esta expedición apenas pudo encontrar pequeños fragmentos de hierro meteórico de poca importancia, y un gran objeto que brillaba al sol "como si fuera de plata". A partir de entonces se comenzó a hablar del "peñol (bloque) de fierro" o "minero de fierro" y una "mina de plata" en la zona.

El virrey de Chile y Perú ordenó una expedición al lugar que la realizó Bartolomé Francisco de Maguna en 1774 y partiendo desde Santiago del Estero. Tuvo éxito y extrajo muestras de meteorito al que definió como "una gran barra o planchón de metal", calculando su peso en unas 22 toneladas y media. Conforme los análisis realizados en España, la muestra dio "una quinta parte de plata y el resto fierro de extraordinaria pureza".

En 1776, una expedición comandada por Francisco de Serra y Canals encontró un planchón de metal cuyo peso se estimó en unas 23 toneladas sacándose algunas muestras del mismo, las cuales resultaron ser de "un fierro de muy particular calidad".

En 1779 el primer virrey del Río de la Plata, Pedro Antonio de Cevallos, ante la demanda que había de hierro para la fabricación de armas, envió una expedición al mando de Francisco de Ibarra que encontró un objeto metálico al cual llamó "planchón" o "mesón de fierro" de unos 3,89 m de longitud, 1,85 m de ancho y una altura máxima de 1,36 m. En dicha expedición se levantó plano y se confeccionó una suerte de diario con detalles de las circunstancias, accidentes y referencias de los distintos lugares atravesados hasta llegar al meteorito.

En 1783 siendo virrey Juan José de Vértiz y Salcedo, el gobernador del Tucumán, Jerónimo Matorras envió una nueva expedición en busca de lo que se suponía era una gigantesca montaña de hierro y plata sepultada bajo la tierra del Chaco. La expedición, al mando del Teniente de Fragata Miguel Rubín de Célis, reencontró al "Mesón de Fierro" el cual fue dibujado por Pedro Antonio Cerviño, pero cuando se lo trató fraccionar al meteorito con cargas de pólvora lo único que se logró fue hundirlo bajo tierra. El nombre "Mesón de Fierro" fue dado por Miguel Rubín de Célis en razón de su apariencia y por el cual es conocido en la actualidad. En esta oportunidad se cavó debajo de la mole metálica para determinar su naturaleza y se la volcó mediante grandes palancas. Se estimó el peso en unas 41 toneladas y con las siguientes dimensiones: 2,89 m x 1,28 m x 1,37 m. Esta fue la última incursión que avistara al "Mesón de Fierro".


El "Mesón de Fierro" dibujado en la expedición de Miguel Rubín de Célis (año 1783).
Fotografía extraída del sitio Cielo Sur.
Link: http://www.cielosur.com/meson-fierro.php


Vista por el lado Este del "Mesón de Fierro" (año 1783).
Fotografía extraída del sitio Cielo Sur.


En 1803 una expedición al mando de Diego Bravo de Rueda intentó hallar al "Mesón de Fierro" encontrando en cambio un meteorito de una tonelada en la zona de Runa Pocito, por lo que fue llamado así. Actualmente se encuentra en el British Museum de Londres (Inglaterra).

En 1811, el gobierno patrio de reciente creación, envió una pequeña fuerza militar para buscar al perdido "Mesón de Fierro" y obtener así el metal necesario para fabricar armas. Lo que no se sabe es que si esta expedición llegó a redescubrir a "Mesón de Fierro" (que se supone es el meteorito principal) o algún otro, lo cierto es que se logró obtener suficiente hierro como para fabricar varios fusiles y otras armas.

Tras ésto, se perdió el rastro de "Mesón de Fierro" aunque se encontraron (y siguen encontrando) grandes bloques meteoríticos, como los llamados "El Chaco" (1998 kg, 3090 kg, sumando fragmentos en el cráter), "El Toba" (4210 kg), "El Mataco" (998 kg), "El Mocoví" (732 kg), entre otros, diseminados en el territorio.

Entre los años 1880 y 1900 hubo varias expediciones militares argentinas en busca del "Mesón de Fierro" que resultaron infructuosas. En 1873, el gobierno de Santiago del Estero, mediante una ley, estableció una recompensa de 2000 pesos fuertes y diez leguas de tierra fiscal para quien o quienes redescubrieran el "Mesón de Fierro".

Transcurrieron casi 64 años sin alternativas hasta que un hecho insólito vino a dar notoriedad a esta ley obsoleta. Un ingeniero llamado Juan Baigorri Velar a fines de 1937 denunció haber hallado al "Mesón de Fierro" empleando instrumental de precisión por lo que se presentó ante el gobernador de Santiago del Estero, Dr. Pío Montenegro, para reclamar el premio. Lo cierto es que por esos días, la legislatura provincial en apresurada sesión dictó la ley Nº 1455 que derogó la ley que acordaba un premio a quien descubriese el "Mesón de Fierro" existente en el Chaco. Interrogado el ingeniero Baigorri Velar, expresó que como se le negó el premio que le correspondía por su descubrimiento del famoso meteorito, volvió al sitio donde lo descubrió enterrado debajo de un árbol y luego de haber extendido encima una extensa capa de material aislante para impedir su búsqueda mediante aparatos de geofísica, lo volvió a cubrir con tierra.



Fotografía extraída del sitio Revisionistas.com.ar


Mientras que algunos sospechan que fue saqueado y llevado fuera del país, otros estudiosos creen que todavía se encuentra enterrado en la maraña chaqueña a la espera de quien merezca encontrarlo.

Ramón Tissera, historiador de la provincia del Chaco dice "...el Mesón de Fierro se esfumó como un espejismo para el interés utilitario que había encandilado y pasó a representar, en definitiva, hasta nuestros días, un motivo de curiosidad o de especulación científica".

El 8 de julio de 1980, en "Campo del Cielo" y ante la presencia de investigadores, catedráticos y periodistas, se extrajo un meteorito de 32 toneladas y media al que se le llamó "Meteorito Chaco", siendo el segundo en tamaño hallado hasta el momento en el planeta Tierra.

El 11 de enero de 1952, el "Trío Cocomarola" grabó la composición de Tránsito Cocomarola, Armando Correa y Luis Mendoza, "Mesón de Fierro" (Discografía Completa EMI-Odeón Vol. 3), recitando Emeterio Fernández. Asimismo, Enrique Cena y Félix Duarte compusieron el chamamé instrumental denominado "Estancia El Mesón", grabado por el conjunto "Los Hermanos Cena" en el año 1968. En el año 1973, Marcos Bassi y su conjunto, con las voces del dúo integrado por Oscar Rufino Mato y Valentín Lezcano, y con Antonio Alegre en acordeón, grabó el chamamé "Virgen del Mesón", que en otra oportunidad haremos referencia en un "Historiando Cantares".



MESÓN DE FIERRO (chamamé)

Recitado por Emeterio Fernández
(grabado por el "Trío Cocomarola" el 11 de enero de 1952)

Allá en la selva bravía
donde rugen los jaguares
y a las aves sus trinares
ofrecen noche y día,
hay un rincón de alegría
de guitarras y acordeón
y creo en esta ocasión
que al decir esto no erro,
fue como Mesón de Fierro
no hay para la diversión...


Fuentes consultadas:

-Enciclopedia Wikipedia 2012. Mesón de Fierro. URL: http://es.wikipedia.org/wiki/Mesón_de_Fierro. Consultado el 5 de abril de 2012.
-Enciclopedia Wikipedia 2012. Campo del Cielo. URL: http://es.wikipedia.org/wiki/Campo_del_Cielo. Consultado el 5 de abril de 2012.
-Gutiérrez Miglio, R. 2008. Marcos Bassi y sus caballeros del chamamé con el "Dúo de Oro" Acuña-Avalos. Ed. El Reino Guaraní, Buenos Aires. 96 p.
-Minniti, E.R. y S. Paolantonio. El Mesón de Fierro, un misterio de más de dos siglos que apasionó a exploradores y científicos. Cielo Sur. URL: http://www.cielosur.com/meson-fierro.php. Consultado el 5 de abril de 2012.
-Revisionistas. El Mesón de Fierro. URL: http://www.revisionistas.com.ar/?p=7112. Consultado el 5 de abril de 2012.

sábado, 11 de julio de 2015

Historiando cantares - Nda rekói la culpa (No tengo la culpa)

Hola a todos.
Retomando esta sección que dí en llamar "Historiando Cantares", les dejo la historia de la vieja y famosa polca paraguaya de autor anónimo "Nda rekoi la culpa" ("Yo no tengo la culpa"). Fue grabada por Samuel Aguayo (1909-1993) en dos oportunidades (años 1932 y 1954). Asimismo, muchos conjuntos chamameceros del Litoral argentino la han incluído en su repertorio. Al final, les dejo la letra y un video en donde se escucha una grabación en vivo de Samuel Aguayo y su orquesta en Radio "El Mundo" de Buenos Aires del año 1955, interpretando "Nda rekoi la culpa". 
Será hasta la próxima.
Pablo


Samuel Aguayo y su orquesta ante los micrófonos de LS8 Radio Stentor. Se observa a Gumersindo Ayala Aquino en guitarra y a Valentín Escobar en clarinete. Año 1936.

Samuel Aguayo grabó la polca "Nda rekoi la culpa", en castellano "No tengo la culpa", en dos oportunidades: el 13 de abril de 1942 con acompañamiento de arpa y guitarras, y el 25 de enero de 1954 con su gran orquesta paraguaya. Se trata de una vieja polca de autor anónimo, a la cual Samuel Aguayo, en su segundo registro, le efectuó los arreglos correspondientes.

En el año 1914, Diosnel Chase tocaba de oído en el piano la melodía de la que ya en ese entonces era una vieja polca paraguaya, "Nda rekoi la culpa".

Ya muchos años antes de que Samuel Aguayo la llevara al disco, había sido grabada el 11 de octubre de 1927 por P. Miramonte en sólo de violín con acompañamiento de piano para el sello Odeón, designada como "Darecoy la culpa", figurando el nombre de Giménez como autor de la obra.

El 16 de septiembre de 1930, la orquesta típica de Juan Maglio "Pacho", que, aunque era una orquesta de tangos, paralelamente tenía su orquesta típica paraguaya, y con ella grababa polcas, grabó "Nda rekoi" en este caso figurando como autor de la misma J. Soto.

Poco tiempo después, el 25 de junio de 1932, a las 21:30 h, en el teatro Odeón de Buenos Aires, de la calle Esmeralda 367, se estrenó la comedia lírica en tres actos y once cuadros "Madama Lynch" con dirección artística y escenificación de Enrique T. Susini, texto de Enrique García Velloso y Agustín Remon, y música de Carlos López Buchardo. Los directores de la orquesta eran Nelly Quel, Tilly Wiederkehr, Ina Peyró, Dora Martínez, Norma Castillo, Francisco Donadío, Miguel Gómez Bao, Gustavo Cavero y Eladio Martínez, entre otros.

De los tres actos de la comedia, el primero se desarrollaba en Francia, y los cuadros eran "Una cacería en Fontainebleau", "Mate en dos jugadas" y "El salón de Elisa Lynch", el segundo acto se desarrollaba en Buenos Aires y los cuadros eran "Una merienda en San Isidro", "Misa de diez" y "La marcha del tala", y el tercer acto se desarrollaba en Buenos Aires y en Paraguay y los cuadros eran "Malas noticias", "En la Asunción", "Luz en las tinieblas" y "La partida".

En el último acto de la comedia, el dúo Martínez-Cardozo, integrado por Eladio Martínez y Mauricio Cardozo Ocampo, interpretaba la polca "Nda rekoi la culpa". Las restantes composiciones musicales de la comedia eran el vals "Oh, dulce París!", la "Canción del adiós" y las guaranias "Mi amor guaraní", "Elisa Lynch", "Noches blancas", "Todo lo perdí" y "Mi retorno", todas ellas con letra y música de Mauricio Cardozo Ocampo, excepto la guarania "Elisa Lynch" que tiene letra de E. González Alsina.



Elisa Alicia Lynch ("Madame Lynch"). Fuente: Wikipedia.

La comedia se refería a Elisa Alicia Lynch, o "Madame Lynch", compañera del mariscal Francisco Solano López, nacida en Cork, Irlanda, el 3 de junio de 1835. Ella ya estaba separada de su marido y residía en París cuando conoció al general Francisco Solano López que era ministro de Guerra del Paraguay, y estaba en misión oficial en Francia. Cuando finalizó la gira oficial ambos se establecieron en Asunción, y de su unión nació Panchito López. Francisco Solano López murió, lo mismo que su hijo Panchito, de 14 años de edad, en la batalla de Cerro Corá, el 1 de marzo de 1870, en tanto Elisa Lynch murió en París en el año 1886.


Francisco Solano López (1827-1870), segundo presidente constitucional de la República del Paraguay (1862-1870). Fuente: Wikipedia.

De todas las grabaciones de la polca "Nda rekoi la culpa", la realizada por Samuel Aguayo el 25 de enero de 1954, es la que ha trascendido en el tiempo.

NDA REKÓI LA CULPA (polca)

No me mires palomita, tu mirada es seductora,
por qué me martirizas palomita encantadora.
El día que tú me quieras no cantaré como ahora,
cantaré con alegría palomita encantadora.

Palomita blanca, che pete, pete,
nda rekói la culpa, rohayhu jepe.
Palomita blanca, che pete, pete,
nda rekói la culpa, rohayhu jepe.

Palomita de mis sueños, palomita encantadora,
sin tu amor será mi vida soledad aterradora.
Porque me miren tus ojos he de dar cuanto tú quieras,
y por un besito tuyo te daré mi vida entera.

Nda rekói la culpa: no tengo la culpa.
Che pete: te palmeo.
Rohayhu jepe: si te amé.


Fuentes consultadas:

-Gutiérrez Miglio, R. 2008. Samuel Aguayo, el rey de la canción guaraní. Ediciones El Reino Guaraní, Buenos Aires. 96 p.
-Krivoshein de Canese, N. y F. Acosta Alcaraz, 2011. Diccionario Guaraní-Español, Español-Guaraní. Colección Ñemetŷ. Ediciones y Arte, Asunción, Paraguay. 294 p.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Historiando cantares - La jaula

Hola a todos.
Dejamos aquí otro "Historiando cantares". Hoy le toca el turno a "La jaula", chamamé de Julián Zini en letra y Mario Bofill en música. La versión interpreta por su propio autor se la puede escuchar en este blog en el disco "Avío del alma" de Julián Zini y su conjunto "Neike Chamigo!" cantando Rosita Leiva y Francisco "Kingo" Buscaglia, con el acompañamiento de Félix Ramón "Pochi" Base en guitarra y Antonio Osvaldo "Vaquero" Alvarez en bandoneón.
Hasta la próxima.
Pablo



Por Julián Zini

Volví de Buenos Aires impresionado. La gran ciudad me escandalizó. Todavía lo sigo masticando. No puedo entender hacia dónde vamos. ¿Qué nos está pasando como sociedad? ¡Cómo puede ser que la gente se esté enjaulando...autoenjaulando! Dicen que el miedo es el peor compañero del hombre. Y ha de ser así. Porque lo que está sucediendo es inhumano. La inseguridad hace que pongamos rejas, que levantemos muros, que usemos candados, que instalemos alarmas, que se contraten compañías de seguridad...y que ya no se pueda caminar por las veredas de tanta caca de perros...Da risa, pero es dramático.
Y esta inseguridad, madre del miedo, se expande como una mancha de aceite. Por suerte, hay pueblos del interior que se preparan para frenarla. Comunidades que han decidido mantener su antiguo modo de ser: de puertas abiertas y de corazón grande...de sencillez y de alegría...del saludo y del compartir...en el fondo, de seguir creyendo en los demás y confiando en el otro.
Por todo esto, se me ocurrió juntar las experiencias más hermosas que en mi vida tuve con los pájaros. Porque los pájaros simbolizan de algún modo esa libertad que es imprescindible para que nuestra vida sea humana y merezca vivirse. Ahora mismo, recuerdo mis doce años...allá en Itatí, en el pueblo de la Virgen, aquel señor que criaba tordos cantores, pero sueltos, guachitos...Cómo se le subían por los hombros y le cantaban en las manos...¡Si parecía un San Francisco de Asís..!
Y ahora también recuerdo aquella noche del 31 de diciembre, en Mercedes, después de la misa de medianoche, para iniciar la Jornada de la Paz, y respondiendo al pedido del Papa: "Si quieres la paz, respeta la libertad", me animé y solté mis dos cardenales cantores que, en medio de la noche, entre aplausos y lágrimas, volaron hacia la plaza, hacia la libertad...




LA JAULA

Letra: Julián Gerónimo Zini
Música: Mario Bofill

De niño, allá en Cambaí,
viendo los pájaros presos,
les abrí la pajarera
y quise volar con ellos...

Me acuerdo, allá en Itatí,
de aquel viejo pajarero:
criaba tordos cantores,
pero teniéndolos sueltos...

Estribillo

Nunca más tendré en mi casa
jaula con pájaros presos...
que los pájaros y el canto
para ser libres nacieron...
¡Si quieres la Paz, respeta
la Libertad, carcelero:
no hay libertad ni habrá paz,
enjaulados, compañeros!

Qué lindo, en Capivarí,
entre el monte y el estero,
lo que era aquel despertar
de pájaros musiqueros...

Aprendió mi corazón.
y en un primero de enero,
solté mis dos cardenales
haciendo este juramento...

(estribillo)

Recitado

Se fue a la ciudad, se fue
detrás del sagrado anhelo
de progresar y ser alguien...
una profesión...un sueldo...
Se fue como se van todos
soñando con el regreso,
para aportarle a su pago
con la experiencia, sus sueños...

Pero fue echando raíces
en las grietas del cemento...
Y entró a ese mundo apurado
como en un río revuelto...
Y vio cómo las pirañas
se comen a los ingenuos
y los perros del asfalto
se destrozan entre ellos...

Corrupción...impunidad...
clientela...desempleo...
La miseria trajo el robo
y un millón de pordioseros...
Se inventaron los peajes,
los rehenes y el saqueo...
Y avanzaron como peste
la inseguridad y el miedo...

Por eso, puso una verja
y alzó el muro hasta dos metros;
rejas puso en las ventanas
y alarma puso por dentro...
Cada vez más encerrado
bajo llaves y entre perros...
Se volvió jaula su casa,
y enjaulado, quedó preso.

Ahora vive entre barrotes,
en su casa, prisionero...
como la gran mayoría,
autoenjaulado, creyendo
que si seguimos así
será normal vivir preso,
consumiendo a domicilio
lo que te venden los medios...

¿Qué hará, entonces, con su vida,
atrapado en este encierro:
no más reuniones ni asados,
ni convites ni a "buen tiempo"..!
Para más, si hace memoria,
ve morirse a los abuelos
tal cual mueren las calandrias,
angá, por sentirse presos...

Primero mandaba cartas,
ahora llama por teléfono...
Y a mí se me parte el alma
porque pienso y porque veo
que aquí en nuestra patria chica,
hay lugar y sobra un resto...
porque aunque fuimos saqueados,
aún se comparte lo nuestro.

Con la Cruz y la Itatí,
aún somos ricos por dentro:
aquí todavía el Bautismo
significa parentesco,
y es sangre nuestra el ahijado,
la nietita y el abuelo...
Pueblo chico, infierno grande...
pero al fin, nos conocemos..!

Pensando bien, che pariente,
en tu lugar, yo me vuelvo;
pero no por desertar
abandonando tu puesto,
podés autoconvocarte
y luchar por tus derechos,
o tenés la tentación
de marcharte al extranjero...

Es tu decisión, che hermano,
ésta es tu casa, y tu pueblo...
vení a sumar tu experiencia;
vení a empujar nuestro sueño:
"Ser libres, jamás esclavos
de la guita ni del miedo...
libres para compartir...
Si no se puede: ¡soñemos..!!!"

Fuente:

Zini, J. 2006. Avío del alma. Editora Patria Grande, Buenos Aires. pp. 63-66

domingo, 20 de octubre de 2013

Historiando cantares - Sigo esperando

Hola a todos.
En una nueva entrega de "Historiando cantares", presentamos al chamamé "Sigo esperando" con letra de Armando Nelli y musicalizado por Santiago Nicolás Verón. Fue grabado por primera vez por Tránsito Cocomarola y su conjunto, con las voces de Santiago Verón, Lisardo Cáceres y Julio Godoy.
El texto fue extraído del libro "Quevedo-Maidana y su conjunto correntino en el mundo del chamamé" (Ed. El Reino Guaraní, Buenos Aires, 2007) del profesor Roberto Gutiérrez Miglio.
Será hasta cualquier momento.
Pablo



Armando Nelli (1916-1992)
Fotografía: Antonio Tarragó Ros

Una noche del año 1966, en el Salón Princesa, Armando Nelli (Armando Reinald Nelli Grégori) le entregó a Santiago Nicolás Verón una poesía diciéndole "creo que está bien, y si te sale la música, ponésela".



En ese entonces Santiago Verón integraba el conjunto de Tránsito Cocomarola, que actuaba permanentemente en el Salón Princesa. Era la segunda etapa de Santiago Verón en el conjunto de Cocomarola. La primera etapa la había cumplido entre los años 1956 y 1961 como integrante del dúo Verón-Palacios, junto a Simón de Jesús Palacios. Independizado el dúo Verón-Palacios de dicho conjunto, continuó como conjunto propio hasta 1964 en que el dúo se separó. Simón de Jesús Palacios continuó con el conjunto "Verón-Palacios" con la 2da. voz de Catalino Verón, y Santiago Verón volvió al conjunto de Cocomarola.



En esta etapa de su carrera artística, año 1966, estaba Santiago Verón en el momento en que Armando Nelli le entregó esos versos, que finalmente terminaron siendo los del chamamé "Sigo esperando".



Santiago Nicolás Verón

Armando Nelli regenteaba los bailes del Salón Princesa, de la avenida Angel Gallardo 551, de Parque Centenario, que había inaugurado el 1° de enero de 1949. Y en ese salón realizó bailes hasta el año 1971. El salón tenía dos pistas: una arriba, donde se bailaba tango y tropical, y la otra abajo, donde se bailaba chamamé. Una vez que el salón Princesa cerró sus puertas en el año 1971, Armando Nelli abrió, en el año 1972, las puertas del Salón Nuevo Princesa en la sede del Club Premier, en la calle Campichuelo 472.


Le letra del chamamé "Sigo esperando", referida a un amor imaginario, que Armando Nelli le entregó en el Salón Princesa, Santiago Verón se la llevó a su casa de la ciudad de Corrientes para componerle la música. Y lo hizo de la manera que componía habitualmente sus temas musicales. En su casa, parte en el comedor, parte en el patio, tomando mate con su esposa Rosa Díaz, nacida en Mburucuyá, Corrientes. Va componiendo de a poco la música y con un grabador va grabando lo que compone, lo escucha, lo modifica, va agregando, hasta que lo termina. El paso siguiente es que su esposa escuche el tema completo, que opine, y que ella le dé su parecer, su consentimiento. Y así lo hizo también en este caso. La música del chamamé "Sigo esperando", Santiago Verón la finalizó en su casa de Corrientes. Con el próximo viaje del conjunto de Tránsito Cocomarola a Buenos Aires para actuar en el Salón Princesa, con Santiago Verón vino la música de la obra, y allí mismo, se la hizo escuchar a Armando Nelli antes que llegara el público. A Armando Nelli le gustó la música, y luego Santiago Verón se la entregó a Tránsito Cocomarola. De vuelta en Corrientes, comenzaron los ensayos en la casa de Cocomarola, en la avenida Ferré, y finalmente se realizó la grabación en 1966 con el trío de las voces de Santiago Verón, Lisardo Cáceres y Julio Godoy (LP "Postal correntina", Sello Philips, 1967). Previo a la grabación, la obra fue estrenada en el Salón Princesa por el conjunto de Tránsito Cocomarola con el mismo trío de voces (Nota: el profesor Enrique Piñeyro en su libro "Tránsito Cocomarola, vida y obra musical", indica que la grabación del disco se realizó el 26 de abril de 1967. También Gutiérrez Miglio, en una publicación más reciente, más precisamente en su libro "Tránsito Cocomarola, el taita del chamamé, y sus cantores" del año 2009, expresa que la grabación fue realizada en el año 1967).



También en el año 1966, el chamamé "Sigo esperando" fue grabado por el conjunto de Isaco Abitbol con las voces de Luis Alfredo Núñez y Publio Zamudio, el dúo Núñez-Zamudio (LP "Noviecita querida").



La grabación del chamamé "Sigo esperando" efectuada por el conjunto de Cocomarola fue escuchada por Ramón Ubeda y Carlos Alfonso, y como les había gustado se la llevaron a Ramón Quevedo y a "Toto" Maidana, ya que en ese momento eren las voces del conjunto. Y previo ensayo de rigor en la casa de "Toto" Maidana, en Villa Jardín, el chamamé "Sigo esperando" también, en 1966, fue grabado por el conjunto "Quevedo-Maidana" integrado por Ramón Quevedo (acordeón), Juan Feliciano "Toto" Maidana (bandoneón) y las voces de Ramón Ubeda y Carlos Alfonso (LP "Nostalgias del chamamé").


SIGO ESPERANDO

Letra: Armando Nelli
Música: Santiago Verón

Sigo esperando desde aquel día
cuando llorabas y te besé,
que no te pase como otras veces
que arrepentida a mí volvés.
Te has alejado llevando todas
mis ilusiones sin preguntar
si sufriría por esta ausencia
que me obligaste a soportar.

Aquellas noches de clara luna
fueron testigos de tu pasión
cuando entre besos y entre caricias
tú me ofrecías el corazón.
Pero no importa si has olvidado
las ilusiones que en ti forjé,
sólo recuerdo que me has brindado
momentos que nunca olvidaré.

Al evocarte siento nostalgias
porque te quise con todo amor,
si me parece que la distancia
más se ensañara con mi dolor.
No sé por qué yo te quise tanto
para que olvides mi gran querer,
busco consuelo en mi quebranto
pensando un día has de volver.

Fuentes consultadas:
-Gutiérrez Miglio, R. 2007 Quevedo-Maidana y su conjunto correntino en el mundo del chamamé. Ediciones El Reino Guaraní, Buenos Aires. 96 p.
-Gutiérrez Miglio, R. 2009. Tránsito Cocomarola "El taita del chamamé" y sus cantores. Ediciones El Reino Guaraní, Buenos Aires. 288 p.
-Piñeyro, E.A. 1996. Tránsito Cocomarola, vida y obra musical. Sembrando Producciones, Corrientes. 132 p.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Historiando cantares - Tapera de mis recuerdos

Hola a todos.
En este espacio que se ha dado en llamar "Historiando cantares", traemos aquí la historia del chamamé "Tapera de mis recuerdos", con letra de Julián Zini y música compuesta por el siempre recordado Joaquín "Gringo" Sheridan (el pasado 8 de septiembre se cumplió un año más de su desaparición física).
"Tapera de mis recuerdos" fue grabado por el conjunto "Los de Imaguaré", integrado en su momento por Joaquín Sheridan (bandoneón), Julio Cáceres (recitados y 1ra. voz), Ricardo "Tito" Gómez (2da. voz y guitarra) y Rudi Flores (guitarra).
También está una versión más reciente que incluye los versos recitados por el propio Julián Zini con su conjunto "Neike chamigo", en el álbum "Soy región" (año 2001), cantando Rosita Leiva y acompañada por "Vaquero" Alvarez (bandoneón), "Pochi" Base (1ra. guitarra, canto, bajo y arreglos) y "Kingo" Buscaglia (2da. guitarra y canto).
Como siempre, se añade la letra del tema y el audio al final del artículo.
Hasta la próxima.
Pablo


Una postal cada vez más frecuente en nuestros campos...
(Fotografía extraída del blog "La foto diaria")


Por el Pbro. Julián Zini

En una de mis tantas escapadas, en mis días llamados libres o mis "martes de descanso", solía llegarme hasta la pequeña estancia de mis amigos Lucena, camino a Paso de los Libres, antiguo "Paso Rosario". Cierta vez, convinimos de que yo pasaría el día solo, pues la familia llegaría del pueblo recién por la tarde. Y fue así que llegué a eso de las diez de la mañana. Como teníamos prevista una cacería de vizcachas por la noche, yo andaba armado con un rifle 22. Quise sorprenderles gratamente con algún fruto de mi afamada puntería. Ya había cazado por el camino una hermosa martineta. Y esperaba poder agregar alguna presa más.

Fue así que al llegar a la sombra de las viejas casuarinas, descubro con alegría que en la altura descansaba una arisca bandada de palomas torcazas.
Disimulé mi apuro y me acomodé con el arma. Tuve suerte, más bien que puntería, y en el primer tiro cayó una paloma. Las demás se fueron. Con el tema de que es más fácil desplumar las aves con el cuerpo todavía caliente, me apuré por desplumar mi presa. Después, quise limpiarla y lavarla.
Cacé mi cuchillo y abrí en dos el cuerpito todavía tibio. Le vacié las entrañas y...¡oh sorpresa!, en el fondo de la fuente, junto al takara'a (1) y las tripitas, el pequeño corazón seguía latiendo...Sí señor, seguía latiendo...¡vivía! ¡no quería morirse! No sé qué me pasó. Automáticamente, tomé el corazoncito y lo sostuve en la palma de mi mano izquierda...seguía latiendo...Sentí una gran vergüenza y muchas ganas de llorar...pedí perdón...no podía entender lo que hice...recé...y me quedé en silencio hasta que el pequeño corazón dejó de latir...
Así, sin querer queriendo, volví al mundo de mi infancia y toqué el corazón del paisaje. Sin quererlo, también me descubrí agresor, depredador, destructor de mi mundo, de mi entorno, de mi casa, de mi vida...Aparentemente, nadie lo sabía. Pero yo había matado. Y es tan buena la Madre Naturaleza que el corazón calentito de aquella torcaza, me sigue latiendo en el alma...Con mi compromiso para siempre con la vida, nació esta canción a la que mi compadre, el "Gringo" Sheridan, le puso alas de torcaza...alas de Chamamé...

(1) Molleja, estómago de las aves.



Tapera en un campo argentino
(Fotografía extraída del blog "La foto diaria")

TAPERA DE MIS RECUERDOS
(chamamé)


Letra: Julián Zini
Música: Joaquín Adán Sheridan

Recitado

Cuentan los antiguos que la gente de antes,
previendo el pillaje de gente mondá,
cuando había malones o revoluciones,
o cuando la guerra del Paraguay,
en ollas de hierro o tinajas de barro,
enterraba aquello que era de valor...
muchos no pudieron volver a sacarlo
y allí para siempre enterrado quedó...

Por eso, no falta entre nuestra gente
el que busca entierros o el que ya sacó...
Y algo parecido nos pasó y nos pasa
a los que nos fuimos de nuestra querencia,
llevando el recuerdo de hermosas vivencias
que es como una herencia
que enterró la vida en nuestro corazón...


Cantado

Hoy volví al paisaje de mi tiempo niño,
bajé en la tranquera y me sentí feliz;
gurí portonero, me tiró el cariño,
la vieja moneda de un recuerdo gris...
La senda borrada me dejó en la loma,
bajo el llanterío del casuarinal...
Y sentí la ausencia como esa paloma
que en la quinta vieja llora soledad...

Tapera cavada, la de mis recuerdos;
botijuela rota de mi corazón;
entierro del alma que lo saca el tiempo,
lo gasta la vida y es muerta ilusión...

¡Lo que no daría con tal de que todos
los que se ausentaron rumbo a la ciudad,
pegaran la vuelta y hallaran el modo
de seguir amando su pago natal...!


Recitado

Tutiá de ausencia y abrojito fresco
ganaron el patio barrido de sol...
Una madreselva, novia de los cercos,
se trepó al olvido floreciéndolo...

Se me hace que escucho las voces queridas
y veo siluetas que vienen y van...
que se llena el patio de juegos y risas,
y a mi perro Tigre lo siento ladrar...

La cocina humea, y entonces presumo
que hay chipá-cuerito, pororó y demás...
y es que anda mi madre lagrimeando el humo,
con el mate a cuestas y un largo pensar...

Corredor, fiambrera, queso y mazamorra...
cerca, dos calandrias espiándome...
caballete y calchas...junto a la cotorra,
el pirincho guacho despiojándose...

Algo de silbido y mucho de silencio,
canillera a rayas, sombrero ala diez,
ahí vuelve mi padre con traza de mencho,
mascando un pastito gusto a chamamé...

Hierve de chicharras la siesta de enero,
tajamar y monte son la tentación...
corre lagartijas mi pulso de hondero,
y es que me hice amigo del Dueño-del-sol...

Se me va la tarde juntando lecheras,
cosa de gurises, casi diversión...
Lo único que falta es que al volver hubiera
llegado algún tío que trajo cordión...


Cantado

La luna es pandorga de un cielo inocente,
va en ella el burrito con María y José...
Igual que esa luna, menguante y creciente,
me voy por la vida pero volveré...


Extraído de:

Zini, J. 2006. Avío del alma. Editora Patria Grande, Buenos Aires. pp. 41-43

miércoles, 31 de agosto de 2011

Historiando cantares - Alma guaraní

Hola amigos.
Una vez más llega "Historiando cantares" con el célebre tema "Alma guaraní" compuesto por el gran bandoneonista rosarino Damasio Esquivel (1919-2004).
El relato fue extraído del libro de Roberto Gutiérrez Miglio "Samuel Aguayo, el rey de la canción guaraní" (Ed. El Reino Guaraní, 2008). 
Asimismo, se dejan audios de interpretaciones realizadas por diferentes conjuntos. Una es la primera versión grabada del tema (por el "Trío Cocomarola", año 1946, versión instrumental) y la otra, una de las dos versiones de la letra: la escrita por Rubén Fernández de Oliveira (por Damasio Esquivel y su conjunto, cantando Higinio Gómez, año 1961).
Por último, un video histórico (año 1994) en donde el propio Damasio Esquivel interpreta "Alma guaraní" junto a su conjunto, y cantando su hijo "Chacho" Esquivel los versos escritos por el poeta correntino Osvaldo Sosa Cordero (la otra versión cantada).
Será hasta la próxima.
Pablo
Don Damasio Esquivel, "El Coloso del Chamamé"


Damasio Esquivel nació en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, el 1º de abril de 1919, y falleció en Buenos Aires el 25 de abril de 2004. Su nacimiento en Rosario se produjo por la circunstancia fortuita de que su madre, correntina de Mercedes, y su padre, paraguayo, venían viajando en barco desde Paraguay a Buenos Aires, y allí se produjo el parto.

En el año 1943, Damasio Esquivel contrajo matrimonio con Juana Barboza, más conocida como "Doña Elsa", encontrándose en ese año revistando como bandoneonista de la orquesta de Samuel Aguayo (1909-1993).

Y fue que el 6 de marzo de 1944, como producto de ese matrimonio nació la primera hija, a la que llamaron Carmen. Ante tal acontecimiento, y pleno de felicidad, con su talento Damasio Esquivel compuso un tema musical dedicado a su hija. Fue la bienvenida al mundo que Damasio Esquivel le dio a su hija Carmen. La obra musical la llamó "Alma guaraní" y tuvo formato de polca correntina. Fue registrada en forma instrumental, pero no como polca correntina, sino como chamamé.

El 18 de enero de 1946, el "Trío Cocomarola" (Discografía completa Sello EMI-Odeón Vol. 2 - 1946-1949) llevó al disco el chamamé "Alma guaraní" en forma instrumental, tal como estaba concebido (Nota: fue la primera grabación discográfica de dicho tema).


Luego, Damasio Esquivel le encargó a Rubén Fernández de Olivera que escribiera los versos para su obra y éste los escribió inmediatamente. Los versos de "Alma guaraní" escritos por Fernández de Olivera quedaron así:

Armoniosa pasión
de una raza decidida,
recio corazón
que desafía a la vida.
Grande es tu valor, pura es tu emoción.
grandeza el amor de tu corazón

tal tu devoción, alma guaraní.

Yo te quiero cantar

alma pura de mi raza
y con mi canción
quiero evocar tu grandeza.
porque en el dolor deja de penar
y hacer un cantar para que al vivir
se pueda reír, se pueda soñar.

Alma guaraní
llena de gracia inefable,
alma guaraní
de ternura incomparable.
Es pasión el amor
y es canción el dolor,
fervor que vibra al cantar
que invita a soñar, y es toda ilusión
alma que es amor, alma que es verdad,
y cambia el dolor en felicidad.


Los versos escritos por Rubén Fernández de Olivera no le gustaron a Damasio Esquivel porque consideraba que los mismos no reflejaban el alma guaraní, por lo cual no los aceptó, no los autorizó. Por ello, el día en que se encontró con Osvaldo Sosa Cordero en SADAIC, le encargó que le escribiera una nueva letra a su obra musical. Damasio Esquivel no era amigo de Osvaldo Sosa Cordero, sino que era simplemente conocido, pero se lo encargó a él teniendo en cuenta que ya en ese momento era un autor conocido y de prestigio. Y le pidió, en forma especial, que los versos reflejaran el alma guaraní.

Osvaldo Sosa Cordero interpretó cabalmente el pedido y escribió la nueva letra para "Alma guaraní" con la cual Damasio Esquivel quedó totalmente satisfecho. Entonces, Osvaldo Sosa Cordero y sus Correntinos llevó la obra al disco, con la nueva letra de su autoría, el 26 de agosto de 1946, cantando Pedro Rodríguez de Ciervi. Los versos de "Alma guaraní" escritos por Osvaldo Sosa Cordero, quedaron así:

Raza del guayaki (1)
la selva no te ha olvidado,
tu alma guaraní
perdura en el suelo amado,
y desde el verdor del monte natal
la brisa sutil del tiempo estival

nos vuelve a traer tu voz secular.

Es la misma que ayer
echara a volar el viento,
cuitas de un querer
con hondo y nativo acento.
Es la voz racial que no morirá
mientras el crisol de algún mbaraka (2)
su pena o su amor convierta en cantar.

Alma guaraní,
quietud de los naranjales,
alma guaraní,
lamento de los yerbales.
Vibra tu tradición
en la luz y en la flor.
Lo mismo que el manantial,
sin ningún rumor aflorando vas,
y en riego de amor bendiciendo estás,
alma guaraní, la heredad natal.

(1) Guayaki: tribu indígena.
(2) Mbaraka: guitarra.


No obstante que "Alma guaraní" ya tenía una nueva letra escrita por Osvaldo Sosa Cordero, y que ya había sido grabada por su conjunto, el 19 de diciembre de 1946 Samuel Aguayo llevó al disco "Alma guaraní", con su conjunto "Yaguareté" (estribillo cantado por Samuel Aguayo), cantando la letra no autorizada por Damasio Esquivel, la letra perteneciente a Rubén Fernández de Olivera.

Y por su parte, Damasio Esquivel, apenas formó su agrupación, llevó al disco su tema "Alma guaraní" con la letra de Osvaldo Sosa Cordero, el 5 de julio de 1950, con la voz del cantor de su conjunto Ramón Ayala.



Etiqueta del disco de acetato (78 rpm) que contiene la versión de "Alma guaraní" interpretada por Damasio Esquivel y su Orquesta Guaraní, cantando Ramón Ayala (año 1950).
(Fotografía del autor del blog).

Después de la primera grabación del conjunto de Damasio Esquivel con la voz de Ramón Ayala, su agrupación volvió a grabar "Alma guaraní" en diversas oportunidades, y con distintos cantores. Lo hizo con Higinio Gómez en 1961 (con la letra de Rubén Fernández de Olivera, disco "Polkas y chamamés con Damasio Esquivel"), con Domingo Rodríguez en 1966, instrumental en 1968, con Edgardo Vallejos en 1972, con Néstor Ameri en 1985 y con Iris Mabel en 1998.
Los Hermanos Cena y su conjunto "Los Ases del Chamamé" grabaron "Alma guaraní" con la letra de Rubén Fernández de Olivera en el año 1962, cantando Roberto Galarza con el dúo integrado por los hermanos Enrique y Damián Cena. Y Samuel Aguayo y su Orquesta Guaraní volvió a grabarlo el 24 de mayo de 1956 (letra de Rubén Fernández de Oliveira).


Luego, y con la letra de Osvaldo Sosa Cordero, fue grabado en el año 1961 por Juan Molina Cabral y su conjunto folklórico, y en el año 1962 por Ramona Galarza y su conjunto (disco "Ramona Galarza y su conjunto" Vol. 8 - Disco doble 45 rpm - Sello Odeón). Y justamente la versión por Ramona Galarza fue la que hizo que "Alma guaraní" alcanzara el mayo esplendor de la fama y se convirtiera en un tema clásico en el repertorio de la música litoraleña, ya definitivamente con la letra de Osvaldo Sosa Cordero (ver partitura musical).


Y finalmente, "Alma guaraní" fue grabado una vez más por Samuel Aguayo y su conjunto paraguayo en el año 1966, pero esta vez con la letra de Osvaldo Sosa Cordero (disco "Vuelve Samuel Aguayo" - Sello Polydor Nº 20.301).




Fuente consultada:

Gutiérrez Miglio, R. 2008. Samuel Aguayo, el rey de la canción guaraní. Ed. El Reino Guaraní, Buenos Aires. pp. 47-48.

domingo, 3 de julio de 2011

Historiando cantares - Mi estrella

Hola amigos.
Continuando con lo que hemos llamado "Historiando cantares", traemos a colación el chamamé "Mi estrella" que fuera grabado por primera vez en el año 1965 por Ramón Méndez y su conjunto. La letra de este tema fue escrita por Diego Enrique Perkins "Yaguarón", mientras que la música fue compuesta por el mismo Ramón Méndez, y dedicado a la novia -y luego esposa- de este último, Estrella Azón Charlón.
Será hasta la próxima.
Pablo

Ramón Méndez
(fotografía extraída del sitio oficial de Ramón Méndez)

RAMÓN MÉNDEZ

Bandoneonista, autor y compositor Ramón Felipe Méndez nació en la Estancia “El Carmen”, 2ª Sección Distrito San Carlos, departamento Ituzaingó, provincia de Corrientes, un 25 de Mayo de 1933. Se crió en las cercanías del Paraje “Itaembé“, en las inmediaciones del arroyo homónimo, límite de las provincias de Corrientes y Misiones. Su infancia se desarrolló en un medio netamente rural, cuyos oficios aprendió. A muy corta edad fue jangadero, tropero en la zona del Alto Paraná y jockey de carreras cuadreras. En ruedas de peones fue conociendo la guitarra con la que amenizaba las horas de estío. Posteriormente se inicia en la ejecución del bandoneón, instrumento con el que desarrolló su carrera profesional. Inicia sus actuaciones en la región animando bailes y fiestas patronales. Por esa época se presenta en LT 7 “Radio Corrientes”, LT 4 “Radio Misiones” y en “Radio Encarnación” de Paraguay. A principios de la década del '50 viaja a Buenos Aires pasando a integrar la “Embajada Correntina” de Polito Castillo. Posteriormente forma su conjunto y en el año 1962 inicia una larga serie de grabaciones de discos, destacándose entre sus cantores Carlos Grismado, Ignacio Morel, Juan Carlos González, “Lacho” Sena, Publio Zamudio, Luis Alfredo Núñez y Eduardo Gauna, entre otros. Y entre los acordeonistas del conjunto merecen recordarse Secundino Martínez, Salvador Sena, Anselmo Piris y Juan Castillo. A su vez, como glosistas del conjunto, intervinieron Carlos Serial, Pirca Rojas, Yamandú Villafán y “Lacho” Sena. Ramón Méndez vivió en Villa Jardín en la década del ‘50, luego en la ciudad de Buenos Aires, luego en Mar del Plata por dos años, para radicarse finalmente en Posadas, Misiones.

En el año 1962, Ramón Méndez con su conjunto guaraní actuaba en el salón “Princesa” en los bailes administrados por Armando Nelli, y un día en que se encontraba ensayando con sus músicos en el sótano de dicho salón, vino a verlo el Coronel del Ejército Argentino, Diego Enrique Perkins (1907-1987), de seudónimo “Yaguarón”, para pedirle que grabara su tema “Soy forastero”, ya que según le contó, no habían accedido a ello ni Tránsito Cocomarola, ni Ernesto Montiel, ni Isaco Abitbol. Si bien Ramón Méndez ya conocía a “Yaguarón”, no tenía demasiada confianza con él, y encontrándose en ese momento en la sala Roberto Galarza y Alfredo Alonso lo instaron a que aceptara ya que intuían que el tema iba a ser todo un éxito. Y así fue que el 5 de julio de 1962, Ramón Méndez y su conjunto guaraní con la voz de Carlos Grismado grabó el chamamé de Emeterio Fernández y “Yaguarón”, “Soy forastero” en una de sus primeras grabaciones de su extensa labor discográfica.

A cambio de la grabación de su tema “Soy forastero”, “Yaguarón” le había dicho a Ramón Méndez que sabía que él estaba de novio con una chica española, y que le haría una poesía para ella. Y “Yaguarón” cumplió, entregándole los versos del chamamé “Mi estrella”, a los cuales posteriormente Ramón Méndez les compuso la música. El noviazgo había comenzado a principios de la década del '60 cuando Ramón Méndez durante una gira conoció a la española Estrella Azón Charlón y se entabló un noviazgo que culminó en matrimonio, el cual se celebró en la ciudad de Santander, mediante poder, ya que en ese momento la novia se encontraba en España. El padrino de casamiento fue Roberto Ferradás Campos. Luego Estrella Azón Charlón vino a Argentina y el matrimonio se quedó radicado definitivamente en el país.

Estrella Azón Charlón
(fotografía extraída del libro de Gutiérrez Miglio)

Ramón Méndez compuso la música del chamamé “Mi estrella” en el año 1964, en la casa en que vivía en ese momento, en la calle Chile 1035, de la ciudad de Buenos Aires, que era propiedad de Martín Caballero y de Orsilio Delis Quero, "El gaucho Quero”. Era una casa de tres plantas y sótano donde funcionaba una fábrica de cortinas americanas, y tenía un gran comedor y cocina en la planta baja, y habitaciones en los pisos de arriba para albergue de los provincianos que llegaban a Buenos Aires. Allí vivieron muchas figuras chamameceras como Isaco Abitbol, allí vivió Ramón Méndez, y allí fue donde compuso la música del chamamé “Mi estrella”. Como agradecimiento a los dueños de casa, algunos músicos homenajearon a Martín Caballero y a Orsilio Delis Quero, dedicándoles diferentes chamamés (Nota: Ramón Méndez compuso un chamamé llamado "Martín Caballero", mientras que Rubén Miño hizo lo mismo con "El Gaucho Quero").

El 17 de mayo de 1965, Ramón Méndez y su conjunto guaraní, con las voces de Ignacio Morel y Juan Carlos González, el dúo Morel-González, llevó al disco el chamamé “Mi estrella”, dedicado a su novia -y luego esposa- Estrella Azón Charlón. A ella también, Ramón Méndez le hizo el rasguido doble titulado “Estrella querida”, grabado el 12 de septiembre de 1963.

Como Ramón Méndez había vivido en Villa Jardín, donde residía una gran cantidad de músicos chamameceros, entre ellos sus amigos Ramón Quevedo y “Toto” Maidana con quienes había compartido salidas y actuaciones musicales, cuando estuvo terminado el chamamé “Mi estrella” y estando Ramón Méndez ya radicado en Posadas, se los envió grabado en una cinta juntamente con el chamamé “Un regalo para mamá” para que lo escucharan en un grabador y si les gustaba, para que también lo grabaran con su conjunto “Quevedo-Maidana”. Y el chamamé les gustó, y el conjunto “Quevedo-Maidana” lo grabó en el año 1966 (disco "Nostalgias del chamamé" - Sello Opus OL Nº 7020), con las voces de Ramón Ubeda y Carlos Alfonso, el dúo Ubeda-Alfonso.

En el año 2006, volvió el conjunto de Ramón Méndez a grabar el chamamé “Mi estrella”, esta vez con las voces de “Lalo” Doretto y Adrián Villalba (disco "Patria y tradición").

Ramón Méndez es autor de obras como “Itaembé Costa”, “Florecer de un sueño”, “Ezquer Zelaya”, “A Santa Librada”, “A Pago Alegre”, “Evocación de mi tierra”, “General Ayala” y el inmortal “El cabresto”, obra de la cual don Tránsito Cocomarola hiciera una versión antológica.

En la actualidad sigue dirigiendo su conjunto acompañado de “Lalo” Doretto, Juan Castillo, “Tucho” González, Adrián Villalba, Marcos Méndez y “Las Voces del Irupé” (Teresa, Morena y Mariluz) .

El hemiciclo de la plaza "San Martín" de Ituzaingó, lleva su nombre.


MI ESTRELLA - chamamé

Letra: Yaguarón (Diego Enrique Perkins)
Música: Ramón Méndez

Estrella mía,
son tus fulgores,
los que por siempre
me alumbrarán.

Has que florezcan
nuestros amores
y que termine
mi soledad.

Si no es pecado
quererte tanto,
y no te ofendo
mirándote.

Dejame entonces
que cante y cante,
junto a tu oído
mi chamamé.

Estribillo

Escucha y siente
mi dulce amada,
como golpea
mi corazón,
cuando te digo
con voz quebrada:
“quiero tu vida,
quiero tu amor”.

No tengo nada
para ofrecerte,
más que mi sueño
de trovador.

Y sin embargo
mis brazos fuertes
prometen un nido
para los dos.

Un nido tibio
de seda y plumas
para ti solo
cambá porá.

Si Dios me ayuda,
dulce tormento,
si Dios me ayuda,
así será.


 

Fuentes consultadas:
-Fundación Memoria del Chamamé.
-Gutiérrez Miglio, R. 2007. Quevedo-Maidana y su conjunto correntino en el mundo del chamamé. Ed. El Reino Guaraní. Buenos Aires. pp. 77-79.