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viernes, 10 de agosto de 2012

Historiando cantares - Canción del jornalero

Hola a todos.
En el año 1961 nacía la "Canción del jornalero" del cantautor entrerriano Jorge Méndez, actualmente radicado en la localidad de Oro Verde y a escasos kilómetros de la capital provincial, Paraná.

A más de 50 años de su creación y coincidiendo con los 70 años de vida de don Jorge (hoy 10 de agosto está cumpliendo años), quiero homenajear a este amigo y vecino de mi pueblo.
Un agradecimiento a Guillermo "Gurí" Méndez por la fotografía.
Hasta la próxima.
Pablo



Don Jorge Méndez junto a sus hijos, Guillermo (izquierda) y Ernesto (derecha), en "La Vieja Usina" de Paraná, Entre Ríos.


 Por Jorge Méndez

En una mesita de aquel "despacho de bebidas" del almacén de mis abuelos sirios donde viví mi infancia al quedar huérfano de padre siendo muy niño, me encontraba yo aquella noche del '61 -tenía entonces 19 años- dibujando en una cartulina los personajes de la revista "Hora Cero", la que revolucionó la década del '60 con los fundamentales nombres de los historietistas Alberto Bresccia, Hugo Pratt, Carlos Roume, entre otros.

Por entonces, aunque ya tenía una guitarra "Núñez" para el rasgueo nomás y comenzaba a leer mi primer libro de cabecera "el Martín Fierro", la única y gran pasión que me desvelaba era la del dibujo.

Mientras hacía mis bocetos en las hojas que desplegaba en mi "mesa de dibujante", y junto a mi madre modista que se sentaba a coser a mi lado, yo escuchaba las conversaciones de los carreros changarines -parroquianos habituales de todas las noches- que llegaban al boliche de los "turcos almaceneros" a "cenar" su picadita de salame y queso con el vinito económico de la casa.

Esos trabajadores sin salario fijo ni obra social que los ampare, sin vacaciones ni vivienda digna, sin más pilchas que las puestas, sin nada de nada, hablaban permanentemente de las cosas cotidianas que les sucedían en los días rutinarios de aquel trabajo incierto que consistía en trasladar en carros los muebles, los materiales para la construcción, las ocasionales mudanzas, y todas las mercaderías que en la zona del mercado de abasto de Paraná se hacía a tracción a sangre. Lo mismo que hoy se hace pero con el servicio de los "taxi flet"...

En una de esas conversaciones jornaleras, entre risas y gestos que denunciaban ya el efecto inconfundible del "vino compañero", escuché que uno de los changarines le decía a sus compañeros:

"La verdad es que hoy fue un día malo para mí, porque hoy no he conseguido changas..."

¡Dios mío!, bastó escuchar esta frase (más tarde advertí que era un perfecto verso octosilábico) para dejar el dibujo de lado y escribir urgentemente en una servilleta cualquiera los otros versos de ocho sílabas que venían atropellándose en mi mente. Y fue de un tirón nomás que nació esta coplita:

Qué me esperará mañana
si no gano mi jornal,
hoy no he conseguido changas
no tengo ni pa´yerbear...


Creo que a partir de ese momento, más que el músico o el cantor, nacía en mí el poeta.

Porque desde entonces me preocupé por trabajar la palabra en vuelo lírico, y hasta hoy no he hecho otra cosa que pulir el verso y la estrofa y escribir canciones poetizando o musicalizando todo lo que yo he considerado un buen poema. Que otra cosa muy distinta es escribir letras... como letrista.

Así de sencilla es la historia del nacimiento de mi primer hijo hecho canción: "CANCIÓN DEL JORNALERO".

Después... después las infinitas anécdotas en torno a esta obrita de la adolescencia que fue la primer canción que escribí en mi vida.

A propósito, en 1963 nacieron "CANCIÓN DE PUERTO SÁNCHEZ" y juntita juntita "PUENTECITO DE LA PICADA", dedicada a mi esposa fallecida en 1985, y que la escribí cuando ella trabajaba en la escuela rural "Almafuerte", ubicada en el paraje "La Picada" a 24 km de Paraná.

Cronología de la canción:

1961: Nacimiento de la canción.
1962/63: Queda dos años guardada en un cajón.
1964 : La canto en público por vez primera en el "Segundo Festival de la Música Litoraleña" en Posadas (Misiones) junto al tema: "Los hombres del río" de Matus y Tejada Gómez. Obtengo el Primer Premio como solista de canto.

Al bajar del escenario se me acerca un morocho que venía de Tucumán y me dice, allí en las gradas del anfiteatro, me has emocionado hasta las lágrimas chango: soy el autor de la canción que cantaste ¡si vieras cómo la canta mi mujer, la Mercedes...! Era Oscar , el esposo de Mercedes Sosa. Yo no sabía aún quién era ella...

1964 : Al mes siguiente de Posadas (diciembre) canto mi "Jornalero" en el multitudinario Festival de San Lorenzo (Provincia de Santa Fe). Esa noche actuaron entre otros don Ata y Jorge Cafrune. Gano también el 1er. premio solista.

1965 : Salgo Consagración de Cosquín (recién casado, tenía 23 años). Bajo del escenario y me encuentro con Matus, que agarrándome del brazo cordialmente me lleva hasta la camioneta de Cafrune y me presenta a Mercedes que estaba esperando la llamada del "Turco". Mathus le dice: "Mirá negra, este es el changuito que cantó los "Hombres del río" en Misiones".

Y en el momento en que yo le daba un beso a esa mujer anónima -para mí- la llama desde el escenario Jorge Cafrune. Sube "la desconocida" con una caja ¡nada más que con una caja!... ¡Y comienza a temblar la plaza como nunca antes ni después creo haberla sentido temblar!

A partir de aquella noche coscoína de ¡13.000 personas! según los diarios de entonces, la del Jornalero, "Puerto Sánchez" y "La Picada", fueron las tres canciones que me presentaron, en mi región primero, en el país después, y ahora... en el mundo.

Jornaleros que rumbeamos
sin destino a trabajar,
a veces ganamos algo...
y algo para emborrachar...


Jorge Méndez
Oro Verde, Provincia de Entre Ríos, Argentina, agosto de 2008.




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PD:

Para "la Sole"...

La "CANCIÓN DEL JORNALERO" ha recobrado una renovada popularidad a partir de haber sido incluida por la querida cantante Soledad Patorutti en su CD "Folklore" (2008)...

"Amable Sole: a 100 kilómetros de donde resido, la ciudad de María Grande, la Comisión Vecinal Barrio Sur, compuesta esencialmente por gente trabajadora, en su mayoría jornaleros, gestionó durante años ante las autoridades municipales que se convierta en Parque Infantil un inmenso terreno fiscal cubierto de malezas y basura y que una vez transformado ese predio en un campo recreativo para la humilde gurisada del barrio; y se le asigne el nombre de "Jorge Méndez". Allí comenzó una larga e infructuosa lucha de los vecinos obreros que querían honrarme de tal manera. Pero sucede que hay una ley que prohibe los nombres propios en los paseos públicos mientras el homenajeado está vivo... Entonces, después de muchas idas y venidas, crearon el parque pero con el nombre de Parque Infantil Municipal "El Jornalero", con una inscripción en el monolito que dice: "Homenaje de la Comisión Vecinal Barrio Sur a la "CANCIÓN DEL JORNALERO", Autor: Jorge Méndez, al cumplirse 40 años de su Consagración en Cosquín..."

Bueno Sole, hasta aquí nomás. En algún momento (Dios sabe cuándo y dónde) te entregaré en manos propias; lo que termino de escribir. Mientras tanto, rodeado de mis seres queridos, entre ellos mi cinco nietos varones, seguiré lagrimeando cuando oiga en tu voz mi canción amada. Como en las noches que la entonaste en Diamante, en Federación, en Cosquín...¡Gracias por hacerme sentir otra vez aquel joven idealista y soñador de los años sesenta cada vez que te escucho cantar!"







Fuente:

EPSA Publishing 2008. Canción del Jornalero. Jorge Méndez.

domingo, 1 de julio de 2012

Historiando cantares - Las Tres Marías

Hola amigos.
Retomando esto que dimos en llamar "Historiando cantares", dejamos hoy la historia del chamamé "Las Tres Marías", compuesto por don Tránsito Cocomarola y que luego el gran poeta Constante José Aguer le pusiera la letra que hoy todos conocemos. El relato fue extraído del libro de Roberto Gutiérrez Miglio "El dúo mayor del chamamé: Ubeda-Chávez y su conjunto correntino" (Ed. El Reino Guaraní, año 2006) y fue enriquecido con información extraída de este mismo blog.
Será hasta otro momento.
Pablo


Constante José Aguer


Constante José Aguer, autor de la letra del chamamé "Las Tres Marías", nació en el porteño barrio de Mataderos, el 6 de abril del año 1918. Falleció en la ciudad de Buenos Aires el 31 de julio de 2010 a la edad de 92 años.

Cantor y guitarrista, además de autor de temas musicales, fue integrante de conjuntos en los primeros tiempos del chamamé en Buenos Aires. Así desde el año 1936 integró el trío típico de Emilio Chamorro, con el bandoneón de Isaco Abitbol, reemplazado en 1938 por Herminio Giménez, grabando discos y continuando una extensa actividad artística desde aquella época inicial.

Además, en el año 1938, el conjunto hacía presentaciones en la matineé de Juan Manuel que se transmitía desde los estudios de radios Stentor, ubicados en la calle Florida 8.

La primera letra de chamamé que escribió Constante Aguer fue la de "Gallo sapukay" sobre la música compuesta por Marcos Herminio Ramírez, continuando con "Puerto Italia", "El transitante" y "Belleza correntina" con el mismo compositor, y "El gateao" con Ramón Estigarribia, entre otras.

El 3 de abril de 1946, el "Trío Cocomarola" grabó el chamamé instrumental "Las Tres Marías" compuesto por Tránsito Cocomarola (disco "Discografía completa Sello EMI-Odeón Vol. 2 - Años 1946-1949"). Participaron de esta grabación el mismo Cocomarola y el dúo de guitarras (y voces) de José Cejas y Juan Alberto Ledesma. Posteriormente el conjunto grabaría -siempre para el Sello EMI-Odeón- dos temas con letras de Constante Aguer, "Belleza correntina" y su clásico "Kilómetro 11". Fue por ese motivo que le entregó la música de ese chamamé para que le escribiera una letra. Constante Aguer solamente conocía con el nombre de "Las Tres Marías", la constelación así denominada, y las boleadoras de tres bolas que son propias para bolear caballos y vacunos que el lenguaje campero denomina "Las tres Marías". Ninguna de las dos acepciones que conocía le parecieron adecuadas para la letra de la composición de Cocomarola y pensó en una letra romántica que se ajustara adecuadamente al espíritu romántico de la obra. Fue así que en su propia casa del barrio de Mataderos comenzó a desarrollar una idea poética, nacida puramente de su imaginación, referida a tres hermanas llamadas María Antonia, María Rosa y María Cristina, y la obra quedó concluida con música y letra, con la aceptación de Tránsito Cocomarola. Poco tiempo después, el 13 de agosto de 1952, la obra fue llevada al disco por Mario Millán Medina con su conjunto cantando a dúo con Celestino Fernández (disco "Mi ponchillo colorado", reconstrucción técnica año 1968).



Mario Millán Medina


En el año 1969, el dúo Ubeda-Chávez grabó el chamamé "Las Tres Marías" con Faustino Rodríguez (acordeón), Tilo Trevisán (bandoneón), Alfredo Alonso (guitarra) y Rito Zabala (requinto) (disco "Mis chamamés más queridos"). Roberto Galarza cantó el tema con el acompañamiento de Isaco Abitbol (disco "En la bailanta"). También Juancito "El Peregrino" y su conjunto en el año 1978, con Alvaro Copello (acordeón), Luis Santa Cruz (bandoneón) y Ramón "Pocholo" Airé (guitarra), grabaron el tema "Las Tres Marías" (disco "El más grande"). En el año 1981, Ramona Galarza con "Los Reyes del Chamamé" (ex conjunto de Tarragó Ros) lo lleva también al disco ("Los Grandes del Litoral - Vol. 2"). Para finalizar, en este blog hay un disco que es una compilación de temas de autoría de don Constante Aguer, algunos de ellos cantados por su propio autor ("Cantares chamameceros").


LAS TRES MARÍAS - chamamé

Letra: Constante Aguer
Música: Tránsito Cocomarola

I

En mi pueblo hay un ranchito
sobre una loma ubicado,
de blanquísimas paredes
y naranjales rodeado.
Allí viven tres hermanas,
las tres llamadas María,
igual que a las del cielo
puso el Creador un día.

II

Una es María Antonia
morocha preciosa,
otra es María Rosa
que es un primor,
pero la más divina
María Cristina,
de la quien espero
sincero su amor.
A ella mi canto
sencillo dedico,
al cielo suplico
me dé inspiración
para que mis versos
conmuevan su alma
y llene de calma
a mi corazón.

I - Bis

En la noche de clara luna
siempre se suele escuchar
de lejos la serenata
que allí le van a cantar.
Muchos allí van buscando
la esperanza de un querer
pero el que allí tenga suerte
quién sabe quién ha de ser.

Bibliografía consultada:

Gutiérrez Miglio, R. 2006. El dúo mayor del chamamé: Ubeda-Chávez y su conjunto correntino. Ediciones El Reino Guaraní, Buenos Aires. pp. 62-63.

jueves, 26 de abril de 2012

Historiando cantares - Ilusión perdida

Hola a todos.
Continuando con "Historiando Cantares", traemos aquí la historia del chamamé "Ilusión perdida" del gran músico y poeta Salvador Miqueri y grabado por primera vez el 16 de julio de 1952 por el "Trío Cocomarola" con las voces del dúo Vera-Lucero. 
Hasta la próxima.
Pablo


Argentino Lucero (Salvador Miqueri)


Las primeras grabaciones efectuadas por el dúo Vera-Lucero fueron los chamamés "Ilusión perdida" y "El huerto triste", y lo hizo en el marco del "Trío Cocomarola", que en realidad era un quinteto, integrado por el dúo, por Tránsito Cocomarola en bandoneón y dirección, por Ernesto Miño en acordeón y por Felipe Ferrari en contrabajo. Uno de esos dos temas iniciales, "Ilusión perdida", tiene letra y música de Salvador Miqueri.


Esta obra, poéticamente, es la expresión de un deseo fallido. Es la falta de concreción de un sentimiento que no pudo llegar a final feliz. Fue en Mburucuyá del año 1952, y la historia nació en la imaginación de un Salvador Miqueri con 25 años de edad. No obstante, en la misma Mburucuyá, una mujer hoy ya de cierta edad, se atribuye públicamente ser la destinataria de esos versos, lo cual no es así, ya que los mismos se basan pura y exclusivamente en la imaginación de Salvador Miqueri.


Los versos del chamamé "Ilusión perdida" fueron escritos por Salvador Miqueri en el negocio de ramos generales de la familia Miqueri, ubicado en la esquina de las calles Belgrano y Berón de Astrada, en pleno centro de la ciudad de Mburucuyá, enfrente de la plaza Mitre. En ese local comercial además de atender al público, Salvador Miqueri en sus ratos libres escribía versos y era, y aún hoy lo es, lugar de reunión donde daba a conocer sus temas nuevos a músicos y poetas, que a su vez llevaban sus temas, que eran interpretados y acompañados con una guitarra ubicada siempre sobre el mostrador disponible para esas reuniones, donde también intervenían hasta los clientes de la casa. En el caso del chamamé "Ilusión perdida", los versos fueron escritos, sobre el mostrador del negocio, en uno de sus momentos libres, al dorso de una boleta, de una factura comercial, de las que utilizaba habitualmente Salvador Miqueri para escribir los borradores y los originales de sus poesías.


La poesía del chamamé "Ilusión perdida" es un reflejo de lo que son los amores juveniles, una ilusión que no se concretó en la realidad, es la sublimación de un sentimiento amoroso, es un amor sublimado. Y fue la primera grabación del dúo Vera-Lucero, efectuada el 16 de julio de 1952 en el marco del "Trío Cocomarola" (ver Discografía Completa EMI-Odeón Vol. 3).


Desde aquellas primeras grabaciones de los chamamés "Ilusión perdida" y "El huerto triste" registradas en 1952 hasta la última de ellas, que fue el chamamé "Reencuentro" llevado a cabo el 12 de septiembre de 1956, el dúo "Vera-Lucero" dejó 20 temas grabados con el "Trío Cocomarola", para el sello Odeón. En dichas grabaciones del "Trío Cocomarola" con el dúo "Vera-Lucero", el conjunto estuvo integrado por el acordeonista Ernesto Miño -luego sustituído por Argentino Toledo-, y con el contrabajista Felipe Ferrari.


En este blog se encuentra disponible la partitura musical (con letra incluída) de este chamamé.


Fuente consultada:

Gutiérrez Miglio, R. 2008. Salvador Miqueri y el legendario dúo Vera-Lucero. Ed. El Reino Guaraní, Buenos Aires. pp. 43-44

domingo, 15 de abril de 2012

Historiando cantares - Conscripto Bernardi

Hola a todos.
Al norte de la provincia de Entre Ríos, en el departamento Federal, existe un pueblo llamado "Conscripto Bernardi" en homenaje a un marino argentino que ofrendó su vida frente a las costas de Brasil salvando de una muerte segura a muchas personas que viajaban en el buque italiano "Principessa Mafalda" aquel fatídico 25 de octubre de 1927. En su homenaje y por su heroica actitud, en nuestro país y cada 25 de octubre se conmemora el "Día del Conscripto Naval". También, y como no podía haber sido de otra manera, ha sido homenajeado por músicos y poetas.
Aquí la historia de este héroe.
Hasta la próxima.
Pablo



Conscripto Anacleto Bernardi
(Fotografía extraída del "Diario Uno")


La localidad de Conscripto Bernardi está ubicada entre los distritos Banderas y Sauce de Luna del departamento Federal, al norte de la provincia de Entre Ríos. Se encuentra a 5 km de la Ruta Nacional Nº 127 y a 155 km en línea recta de Paraná, la capital provincial.

El pueblo fue originariamente la cabecera de la Colonia La Castellana, creada por decreto el 11 de noviembre de 1914. Su nombre original fue desplazado por el de la estación ferroviaria: "Estación Conscripto Bernardi", denominada previamente "Km 101". El 31 de junio de 1969 se creó la junta de gobierno, adoptando el nombre actual: Conscripto Bernardi.

El 19 de febrero de 1971, la localidad de Conscripto Bernardi fue transferida del Distrito Sauce de Luna del Departamento Villaguay al Distrito Banderas del Departamento La Paz, unificando el pueblo, que se hallaba en el primer departamento, con la estación ferroviaria, que se hallaba en el segundo. El 15 de septiembre de 1972 fue creado el departamento Federal, quedando Conscripto Bernardi incorporada a él.

El nombre "Conscripto Bernardi" fue un homenaje al conscripto Anacleto Bernardi de la Armada Argentina, nacido en San Gustavo (departamento La Paz, Entre Ríos) y que murió heroicamente el 25 de octubre de 1927 en el naufragio del buque "Principessa Mafalda" en las costas del Brasil.

El "Principessa Mafalda" fue la gran nave de su época, capaz de unir Italia con Argentina en tan sólo 14 días. Construído en 1908 y botado en Nápoles en abril de 1909, el 25 de octubre de 1927 cumplía su nonagésima travesía. Un año antes, Carlos Gardel había sido uno de sus ilustres pasajeros en un viaje a España. El nombre se debía a la princesa Mafalda Maria Elisabetta Anna Romana di Savoia (1902-1944), hija del rey Víctor Manuel III y de la reina Elena. Llevaba 19 años uniendo las costas ligures con las platenses y para la época era un impresionante y majestuoso buque de 9.210 toneladas, que medía 485 pies de eslora y 55 de manga, destinado a cubrir la travesía Génova - Barcelona - Río de Janeiro (Santos) - Montevideo - Buenos Aires. 

El vapor "Principessa Mafalda"

Anacleto Bernardi nació el 13 de julio de 1906, hijo de un inmigrante oriundo de la región del Piamonte, Turín (Atilio Bernardi) y de una criolla (Sofía Giménez). Criado en las costas del río, fue un nadador de condiciones excepcionales. Le tocó cumplir con el servicio militar en la Marina, incorporándose a la Base Naval "Puerto Belgrano" (partido de Coronel Rosales, sur de la provincia de Buenos Aires) el 8 de enero de 1927. Por su buen comportamiento recibió el premio a ser destinado a integrar la dotación de la Fragata "Sarmiento" que anualmente realizaba el viaje alrededor del mundo con los cadetes que egresaban como oficiales de la Escuela Naval.

El 25º viaje de la Fragata "Sarmiento" se inició el 29 de mayo de 1927. Después de navegar por la costa africana, el navío continuó su derrotero por el mar Mediterráneo. Allí recibió la orden de participar de los actos que se realizaban en Génova con motivo de la inauguración de un monumento al general Manuel Belgrano. El 5 de octubre, la fragata arribaba a Génova y se unió a las celebraciones por aquel acontecimiento, tan relevante que contó con la presencia del rey italiano, Víctor Manuel III y del constructor de la base "Puerto Belgrano", ingeniero Luis Luiggi. En este contexto fue donde el comandante del buque escuela, capitán de fragata Honorio Acevedo, decidió enviar a Buenos Aires al conscripto Anacleto Bernardi y al cabo principal Juan Santoro, ante el agravamiento de la pulmonía que habían contraído durante el viaje y la inutilidad de los cuidados brindados en el buque. En el puerto genovés se realizaron los trámites necesarios para que Bernardi y Santoro embarcaran en el trasatlántico "Principessa Mafalda", el cual zarpaba en breve con destino a la capital argentina. El personal de la Fragata "Sarmiento" y los pasajeros del buque desconocían que este navío se encontraba con problemas de estructura, lo cual había motivado reparaciones de último momento y la demora de casi seis horas para abandonar la dársena italiana. Sin embargo, los arreglos realizados al "Principessa Mafalda" no fueron suficientes. 

El "Principessa Mafalda" estaba por zarpar pese a que su comandante, un rudo y conocer hombre de mar, llamado Simón Guli, no estaba de acuerdo con partir aquel 11 de octubre de 1927 desde Génova. Las máquinas no respondían. Parecía una temeridad trasladar a más de 1.200 personas entre pasajeros y tripulantes. En su mayoría eran emigrantes oriundos de la provincia de Macerata y poco más de 20 pasajeros viajaban a Río de Janeiro, otro centenar iba hacia Santos y la gran mayoría a Buenos Aires. Finalmente zarpó en la noche del 11 de octubre de 1927. El entusiasmado pasaje ignoraba las vicisitudes que hubieron antes de la partida, porque sus máquinas estaban en malas condiciones, hecho que suscitaría luego un gran escándalo y señalaría a no pocos culpables. Hizo escala en Barcelona (España), en Dakar (Senegal) y en las Islas Canarias.

Cerca de la costa del estado brasileño de Bahía se hizo evidente que el buque no llegaría a destino. El primer síntoma de la catástrofe llegó el día del naufragio (el barco debía encontrarse en Buenos Aires ese mismo 25 de octubre), unos minutos antes de las 17:00. Unos fuertes ruidos atronaron la nave, seguidos de algo similar a una explosión. Desde la cubierta llegó el grito del oficial dando la noticia peligro de naufragio.

Notificados de esa situación, Bernardi y Santoro se presentaron ante el capitán Simón Guli y ofrecieron su colaboración, aún en el estado de convalecencia por la enfermedad que los aquejaba. Mientras se preparaban los primeros botes, ambos procuraron tranquilizar al pasaje, recorriendo el interior de la nave, embarcando gente, arriando botes y negándose a ocupar lugar en ellos por su condición de marinos. 

El conscripto Bernardi se portó heroicamente salvando muchas vidas, aún estando convaleciente. En su último minuto en el barco, cuando la alternativa era arrojarse al mar o hundirse con aquella mole herida de muerte, vio como un anciano vacilaba sobre la cubierta y le entregó su propio cinturón de corcho. Después, Bernardi sufrió un espantoso fin. El diario del argentino Juan Santoro lo relata: "Nadábamos afanosamente. Bernardi iba a mi derecha, un poco retrasado. Llevaríamos ya unos 100 metros de travesía cuando los gritos escalofriantes, los gritos de un ser que se siente mordido y arrastrado hacia el fondo, dominaron un momento el rumor de las olas, las que se repitieron varias veces, cada vezm más extraños y cada vez más patéticos. ¡Tiburones! ¡Son tiburones!. No tuve tiempo de recapacitar. Sentí algo que me arrastraba también a mí hacia el fondo del abismo. Empecé a tragar agua y creo que perdí la noción de las cosas. Tuve la sensación de apretar una masa viscosa que se escapaba de mis brazos, cada vez más inertes. Después, aquello que me llevaba hasta el fondo, desapareció. Mis brazos volvieron a ser livianos. Ascendí cuatro, cinco metros. En la superficie aspiré una bocanada de aire que me dolió en los pulmones. Grité: ¡Bernardi! ¡Bernardi!. Nadie me respondió. Estaba solo entre tinieblas...Bernardi había sido devorado por un tiburón".

Tanto el conscripto Bernardi como el cabo Santoro lograron salvar familias enteras nadando hasta la costa y regresando a buscar más personas.

El buque tardó menos de 3 minutos en hundirse. Bernardi, Santoro y otras nueve personas quedan agarrados a una escala de desembarco, durante media hora. Abajo, esperaban los tiburones. Estaban a 300 metros del barco "Mosela" e intentaban llegar a nado, única y última perspectiva. Sólo llegan Santoro, extraordinario nadador y de una resistencia física increíble, y el conde italiano Vicario Giúdici. Los restantes, incluido el héroe de 20 años, el conscripto que quería la vida y renunció a vivir por cumplir con su deber, eran abatidos por los tiburones, en una muerte horrible.

El mundo entero en su momento, se ocupó de la hazaña del bravo y abnegado patriota. Hasta sus padres, llegaron testimonios de agradecimientos desde diversos puntos. Ya en su adolescencia, Bernardi había dado muestras de su temprana vocación de servicio en favor de sus semejantes cuando salvó de que un amigo pereciera en las aguas de un arroyo, en su pago, y cuando se arrojó en medio de un rancho en llamas, en San Gustavo, solamente envuelta la cabeza con un poncho, para rescatar del fuego a un bebé que, sin su intervención, hubiera muerto quemado, en medio de la aflicción de su madre. 

Aunque nunca se conocieron las cifras exactas, se calcula que en el naufragio perecieron 386 personas (107 tripulantes y 338 pasajeros), de un total de 1.255 que iban a bordo (287 tripulantes y 968 pasajeros). La mayoría de las muertes pudo ser ocasionada porque las personas se rehusaron a dejar el barco italiano, aún sabiendo del peligro que corrían. El temor a arrojarse al mar, por el motivo que fuere, determinó el destino trágico de muchos.

Cada 25 de octubre se conmemora en nuestro país el "Día del Conscripto Naval" como fecha recordatoria del fallecimiento del conscripto argentino -clase 1906- Anacleto Bernardi, quien posibilitó con su actitud heroica salvar numerosas vidas, a costa de la suya.

El domingo 23 de octubre de 1977, dos días antes del cumplirse 50 años de aquella tragedia, falleció en Buenos Aires uno de los sobrevivientes del hundimiento del "Principessa Mafalda". Se trataba del Suboficial Principal de la Armada Argentina Juan Santoro. Una semana después del hundimiento, un enviado del diario argentino 'La Nación’ lo había entrevistado en Montevideo: "Un día antes –dijo el cabo Santoro- se dijo a proa y a popa que el buque hacía agua. Pocos momentos después se hizo un simulacro de salvamento. Y llegó el naufragio. Cuatro golpes formidables, un mazazo gigantesco en que parecía que habían tomado parte todos los elementos. Se quebró el árbol de una de las hélices y ésta se vino hacia atrás, en tanto que el trípode giraba hacia la derecha, abriendo un rumbo en la popa". Más adelante, contó Santoro: "Mi primer pensamiento en ese momento fue salvarme. Pero me acordé que era marino argentino y me presenté al comandante poniéndome a sus órdenes. Me puse a salvar a las mujeres y a los niños. A la hora y media se hundió el buque. Alternativamente, nadaba y me aferré a la borda de una lancha, hasta llegar al 'Mosela’". Y termina el conmovedor reportaje: "Pedí una lancha para ir en busca de Bernardi, a quien había visto hacer prodigios de valor a bordo y luego en el agua. Se accedió a mi pedido y lo busqué, pero inútilmente". ("La Nación", 'Adiós a un héroe del Principessa Mafalda’, página 10, lunes 24 de octubre de 1977). 

El rasguido doble instrumental "Conscripto Bernardi", de Julio Luján y Lorenzo Vega, fue grabado por el mismo Julio Luján y la embajada "Cartelera Correntina" (dirigida por Polito Castillo) y con la participación de Lorenzo Vega en acordeón (disco "La Fonola Chamamecera" - Vol. 7). Muchos años después, el mismo tema fue grabado por el santafesino (radicado en Paraná, Entre Ríos) Luis Bertolloti y su conjunto pero con letra de Santillán y cantado por Angel Moreno (disco "Artesanando"). Precisamente, la letra relata los minutos finales de Anacleto Bernardi, aquel marino lapaceño que ofrendó su vida en aguas extranjeras. 
                  
CONSCRIPTO BERNARDI
(rasguido doble)

Música: Julio Luján y Lorenzo Vega
Letra: Santillán

Recitado

Conscripto Bernardi,
tu joven vida inmolaste
para salvar a otros seres.
Mas allá de tus deberes
fue tu temple y tu coraje.
Pues luchaste entre el oleaje,
fuertes vientos y tiburones,
y tu cuerpo hecho jirones
quedó en el inmenso mar.
Aquella hazaña sin par,
que es ejemplo de varones.

Cantado

Allá en La Paz,
en la provincia de Entre Ríos,
en que naciera aquel soldado sin igual
creció juntito a sus arroyos
en tierra y cielo litoral.

Fue tu destino la costa, el río,
tu río, tu viejo amigo
camino al mar bravío...
Ay! valiente y humilde
fuiste Bernardi,
muchacho llegó el naufragio
y esta historia de heroísmo
con tu sangre se escribió.

Recitado

En la vieja fragata "Sarmiento"
saliste enfermo a otro país
y en un barco de regreso a tu patria
aún convaleciente supiste cumplir con tu deber.

Débil tu cuerpo pero fuerte el alma,
ante el peligro enfrentaste al mar.
Salvando tantas vidas,
diste tu vida sin vacilar.

Fue tu destino la costa, el río,
tu río, tu viejo amigo
camino al mar bravío...
Ay! valiente y humilde
fuiste Bernardi,
muchacho llegó el naufragio
y esta historia de heroísmo
con tu sangre se escribió...



Fuentes consultadas:

Blanco, C.G. 2005. El naufragio del Principessa Mafalda y el rescate del Alhena. URL: http://www.nuevamayoria.com/ES/INVESTIGACIONES/defensa/051026.html. Revisión: 14 de abril de 2012.
Gaceta Marinera Digital 2010. Conscripto Bernardi: el cumplimiento del deber. URL: http://www.gacetamarinera.com.ar/nota.asp?idNota=2362&idSec=14. Revisión: 14 de abril de 2012.

jueves, 5 de abril de 2012

Historiando cantares - Mesón de Fierro

Hola amigos.
Continuando con ésto que dimos en llamar "Historiando Cantares", les quiero dejar una historia que encierra un misterio que durante casi dos siglos ha intrigado tanto a científicos como a exploradores. Trata sobre "Mesón de Fierro", un gran meteorito que hasta el día de hoy su paradero es desconocido y que dio nombre a un pueblo ubicado en la provincia del Chaco, entre las ciudades de Villa Angela y Charata.
Existen varios chamamés inspirados en este pueblo como "Mesón de Fierro" (de Tránsito Cocomarola, Armando Correa y Luis Mendoza), "Estancia El Mesón" (de Enrique Cena y Félix Duarte) y "Virgen del Mesón" (de Antonio Alegre y Jaime Girón).
Por último sugiero visitar el sitio web "Cielo Sur" en donde podrán hallar una visión más científica sobre la historia de este meteorito.
Un abrazo a todos y será hasta la próxima.
Pablo


Fotografía extraída del sitio Panoramio.com (usuario Baratito).


El pueblo Mesón de Fierro queda, por caminos indirectos, entre las ciudades de Villa Ángela y Charata, en la provincia del Chaco. Está situado en el departamento Doce de Octubre y depende administrativamente del municipio de General Pinedo de cuyo centro urbano dista unos 32 km. Según el censo nacional del año 2001, contaba con 385 habitantes. A 3 km se encuentra el Santuario de la Virgen de la Laguna (anteriormente llamada Virgen del Mesón), a la cual acuden miles de peregrinos a la fiesta que se realiza cada 8 de diciembre.


Entrada al pueblo Mesón de Fierro, Chaco.
Fotografía extraída del sitio Panoramio.com (usuario seba_tommy).


Esta localidad debe su nombre a un meteorito, o en realidad de una parte de un meteorito, llamado "Mesón de Fierro", muy grande y pesado que cayó y se desintegró en el lugar, formando parte de una lluvia de meteoritos metálicos ocurrida hace unos 6000 años (entre los años 3080 y 3910 a.C.) en una extensa región llamada "Campo del Cielo" y ubicada en el Chaco Austral, actualmente entre el límite de las provincias de Santiago del Estero y el Chaco. Esta lluvia fue la resultante de la explosión en la atmósfera de un asteroide de unos 840.000 kg.

Debido a la existencia del meteorito, la estancia que comprendía los terrenos en que se encuentra la laguna, en el medio del campo, se llamaba Estancia "El Mesón". Los terrenos de la estancia luego fueron loteados y convertidos en chacras. Pero el lugar, que pertenecía a la Estancia "El Mesón" le quedó por ese motivo, el nombre de "Mesón de Fierro".

Esta gran región "Campo del Cielo" (de unos 20.000 km cuadrados) fue considerada sagrada por los antiguos aborígenes y éste era uno de los motivos principales de que hasta la década del '20 se hallara casi despoblado de seres humanos. Cabe aclarar que la lluvia meteórica de "Campo del Cielo" es una de las más grandes del planeta (150 km de largo por 2,5 km de ancho) y la hace diferente de otra a cualquier otro fenómeno similar producido por cuanto el meteoro efectuó un vuelo rasante sobre la superficie de la Tierra, razón por la cual produjo cráteres de poca profundidad que han conservado las masas de hierro meteórico.

Apenas llegados los españoles a la región del Tucumán, les llamó la atención encontrar en las etnias chaqueñas puntas de flechas y boleadoras confeccionadas con hierro. Esto motivó que en 1576 el gobernador Gonzalo de Abreu y Figueroa enviara una expedición comandada por Hernán Mejía de Mirabal en busca de la supuesta "gran mina de hierro y otros metales" que se encontraba en el Chaco Austral. Sin embargo, esta expedición apenas pudo encontrar pequeños fragmentos de hierro meteórico de poca importancia, y un gran objeto que brillaba al sol "como si fuera de plata". A partir de entonces se comenzó a hablar del "peñol (bloque) de fierro" o "minero de fierro" y una "mina de plata" en la zona.

El virrey de Chile y Perú ordenó una expedición al lugar que la realizó Bartolomé Francisco de Maguna en 1774 y partiendo desde Santiago del Estero. Tuvo éxito y extrajo muestras de meteorito al que definió como "una gran barra o planchón de metal", calculando su peso en unas 22 toneladas y media. Conforme los análisis realizados en España, la muestra dio "una quinta parte de plata y el resto fierro de extraordinaria pureza".

En 1776, una expedición comandada por Francisco de Serra y Canals encontró un planchón de metal cuyo peso se estimó en unas 23 toneladas sacándose algunas muestras del mismo, las cuales resultaron ser de "un fierro de muy particular calidad".

En 1779 el primer virrey del Río de la Plata, Pedro Antonio de Cevallos, ante la demanda que había de hierro para la fabricación de armas, envió una expedición al mando de Francisco de Ibarra que encontró un objeto metálico al cual llamó "planchón" o "mesón de fierro" de unos 3,89 m de longitud, 1,85 m de ancho y una altura máxima de 1,36 m. En dicha expedición se levantó plano y se confeccionó una suerte de diario con detalles de las circunstancias, accidentes y referencias de los distintos lugares atravesados hasta llegar al meteorito.

En 1783 siendo virrey Juan José de Vértiz y Salcedo, el gobernador del Tucumán, Jerónimo Matorras envió una nueva expedición en busca de lo que se suponía era una gigantesca montaña de hierro y plata sepultada bajo la tierra del Chaco. La expedición, al mando del Teniente de Fragata Miguel Rubín de Célis, reencontró al "Mesón de Fierro" el cual fue dibujado por Pedro Antonio Cerviño, pero cuando se lo trató fraccionar al meteorito con cargas de pólvora lo único que se logró fue hundirlo bajo tierra. El nombre "Mesón de Fierro" fue dado por Miguel Rubín de Célis en razón de su apariencia y por el cual es conocido en la actualidad. En esta oportunidad se cavó debajo de la mole metálica para determinar su naturaleza y se la volcó mediante grandes palancas. Se estimó el peso en unas 41 toneladas y con las siguientes dimensiones: 2,89 m x 1,28 m x 1,37 m. Esta fue la última incursión que avistara al "Mesón de Fierro".


El "Mesón de Fierro" dibujado en la expedición de Miguel Rubín de Célis (año 1783).
Fotografía extraída del sitio Cielo Sur.
Link: http://www.cielosur.com/meson-fierro.php


Vista por el lado Este del "Mesón de Fierro" (año 1783).
Fotografía extraída del sitio Cielo Sur.


En 1803 una expedición al mando de Diego Bravo de Rueda intentó hallar al "Mesón de Fierro" encontrando en cambio un meteorito de una tonelada en la zona de Runa Pocito, por lo que fue llamado así. Actualmente se encuentra en el British Museum de Londres (Inglaterra).

En 1811, el gobierno patrio de reciente creación, envió una pequeña fuerza militar para buscar al perdido "Mesón de Fierro" y obtener así el metal necesario para fabricar armas. Lo que no se sabe es que si esta expedición llegó a redescubrir a "Mesón de Fierro" (que se supone es el meteorito principal) o algún otro, lo cierto es que se logró obtener suficiente hierro como para fabricar varios fusiles y otras armas.

Tras ésto, se perdió el rastro de "Mesón de Fierro" aunque se encontraron (y siguen encontrando) grandes bloques meteoríticos, como los llamados "El Chaco" (1998 kg, 3090 kg, sumando fragmentos en el cráter), "El Toba" (4210 kg), "El Mataco" (998 kg), "El Mocoví" (732 kg), entre otros, diseminados en el territorio.

Entre los años 1880 y 1900 hubo varias expediciones militares argentinas en busca del "Mesón de Fierro" que resultaron infructuosas. En 1873, el gobierno de Santiago del Estero, mediante una ley, estableció una recompensa de 2000 pesos fuertes y diez leguas de tierra fiscal para quien o quienes redescubrieran el "Mesón de Fierro".

Transcurrieron casi 64 años sin alternativas hasta que un hecho insólito vino a dar notoriedad a esta ley obsoleta. Un ingeniero llamado Juan Baigorri Velar a fines de 1937 denunció haber hallado al "Mesón de Fierro" empleando instrumental de precisión por lo que se presentó ante el gobernador de Santiago del Estero, Dr. Pío Montenegro, para reclamar el premio. Lo cierto es que por esos días, la legislatura provincial en apresurada sesión dictó la ley Nº 1455 que derogó la ley que acordaba un premio a quien descubriese el "Mesón de Fierro" existente en el Chaco. Interrogado el ingeniero Baigorri Velar, expresó que como se le negó el premio que le correspondía por su descubrimiento del famoso meteorito, volvió al sitio donde lo descubrió enterrado debajo de un árbol y luego de haber extendido encima una extensa capa de material aislante para impedir su búsqueda mediante aparatos de geofísica, lo volvió a cubrir con tierra.



Fotografía extraída del sitio Revisionistas.com.ar


Mientras que algunos sospechan que fue saqueado y llevado fuera del país, otros estudiosos creen que todavía se encuentra enterrado en la maraña chaqueña a la espera de quien merezca encontrarlo.

Ramón Tissera, historiador de la provincia del Chaco dice "...el Mesón de Fierro se esfumó como un espejismo para el interés utilitario que había encandilado y pasó a representar, en definitiva, hasta nuestros días, un motivo de curiosidad o de especulación científica".

El 8 de julio de 1980, en "Campo del Cielo" y ante la presencia de investigadores, catedráticos y periodistas, se extrajo un meteorito de 32 toneladas y media al que se le llamó "Meteorito Chaco", siendo el segundo en tamaño hallado hasta el momento en el planeta Tierra.

El 11 de enero de 1952, el "Trío Cocomarola" grabó la composición de Tránsito Cocomarola, Armando Correa y Luis Mendoza, "Mesón de Fierro" (Discografía Completa EMI-Odeón Vol. 3), recitando Emeterio Fernández. Asimismo, Enrique Cena y Félix Duarte compusieron el chamamé instrumental denominado "Estancia El Mesón", grabado por el conjunto "Los Hermanos Cena" en el año 1968. En el año 1973, Marcos Bassi y su conjunto, con las voces del dúo integrado por Oscar Rufino Mato y Valentín Lezcano, y con Antonio Alegre en acordeón, grabó el chamamé "Virgen del Mesón", que en otra oportunidad haremos referencia en un "Historiando Cantares".



MESÓN DE FIERRO (chamamé)

Recitado por Emeterio Fernández
(grabado por el "Trío Cocomarola" el 11 de enero de 1952)

Allá en la selva bravía
donde rugen los jaguares
y a las aves sus trinares
ofrecen noche y día,
hay un rincón de alegría
de guitarras y acordeón
y creo en esta ocasión
que al decir esto no erro,
fue como Mesón de Fierro
no hay para la diversión...


Fuentes consultadas:

-Enciclopedia Wikipedia 2012. Mesón de Fierro. URL: http://es.wikipedia.org/wiki/Mesón_de_Fierro. Consultado el 5 de abril de 2012.
-Enciclopedia Wikipedia 2012. Campo del Cielo. URL: http://es.wikipedia.org/wiki/Campo_del_Cielo. Consultado el 5 de abril de 2012.
-Gutiérrez Miglio, R. 2008. Marcos Bassi y sus caballeros del chamamé con el "Dúo de Oro" Acuña-Avalos. Ed. El Reino Guaraní, Buenos Aires. 96 p.
-Minniti, E.R. y S. Paolantonio. El Mesón de Fierro, un misterio de más de dos siglos que apasionó a exploradores y científicos. Cielo Sur. URL: http://www.cielosur.com/meson-fierro.php. Consultado el 5 de abril de 2012.
-Revisionistas. El Mesón de Fierro. URL: http://www.revisionistas.com.ar/?p=7112. Consultado el 5 de abril de 2012.

viernes, 13 de enero de 2012

Historiando cantares - Chinita linda

Hola a todos.
Entregamos aquí la historia del chamamé "Chinita linda", escrita en el año 1964 por Simón de Jesús Palacios sobre la melodía creada por el acordeonista Marcos Brígido González.
El texto fue extraído del libro del investigador Roberto Gutiérrez Miglio "Simón de Jesús Palacios y su famoso 'Conjunto de la Simpatía' Verón-Palacios" (Ed. El Reino Guaraní, 2006) y al final del artículo se adjunta la letra.
Hasta pronto.
Pablo


Simón de Jesús Palacios bailando con su esposa Ramona Malvina Verón, la "Chinita linda".


Los de "Chinita linda" fueron los primeros versos, con música de chamamé, que nacieron de la inspiración de Simón de Jesús Palacios.


Sucedió en el rancho donde en ese entonces vivía, en la calle Las Heras 3602, esquina sin nombre, hoy Güemes, en la ciudad de Corrientes. Esa mañana del año 1964, Simón de Jesús Palacios se sentía melancólico. Se sentó debajo de una cina-cina que había en los fondos del rancho, en un silló que había construido su padre, y pensando en su esposa Ramona Malvina Verón (hermana de Santiago Verón), que se encontraba trabajando en el establecimiento industrial Tipoití, inspirado en ella, volcó sus versos sobre una melodía que ya había compuesto Marcos Brígido González. A partir de allí la obra tuvo nombre y se llamó "Chinita linda". En el otoño de 1956, Simón había contraído matrimonio con Ramona Malvina Verón, con quien tuvo dos hijos, Ramón Antonio (en 1957) y Francisco de Jesús (en 1962).


En marzo de ese mismo año 1964, el chamamé "Chinita linda" fue grabado por el dúo Verón-Palacios, con la segunda voz de Santiago Verón (disco "El dúo Verón-Palacios canta a su ciudad porá" - Sello CBS Nº 8549) y el acompañamiento de Jorge de la Cruz Balmaceda (bandoneón), Marcos Brígido González (acordeón) y Mario Menéndez (contrabajo). Luego fue grabado nuevamente en tres oportunidades más. El 29 de julio de 1976 también por el dúo Verón-Palacios con la segunda voz de Santiago Verón (disco "Ciudad porá" - Sello Odeón Nº 6312) con acompañamiento de Juan B. Guerra (bandoneón), Enrique Barbín (acordeón) y Mario Menéndez (contrabajo). El 10 de abril de 1988 fue grabado por el conjunto "Verón-Palacios" con la segunda voz de Juan A. Pinto (disco "El conjunto de la simpatía" - Sello Mencho LP Nº 511) con acompañamiento de Félix Robledo (bandoneón) y Carlos A. Navarro (acordeón). Y en mayo de 1994 fue grabado con la segunda voz de Juan Carlos Galarza (disponible en el disco compilado "Siempre vigente") con Félix Robledo (bandoneón) y Pedro Pablo Gómez "Gomecito" (acordeón).

CHINITA LINDA (chamamé)

Letra: Simón de Jesús Palacios
Música: Marcos Brígido González

Hablado

Chinita linda tu eres mi dueña,
no me atormentes más con pesares
que tus caricias únicamente
son las que borran hoy mis dolores.

Cantado

Chinita linda tu eres mi dueña,
no me atormentes más con pesares
que tus caricias únicamente
son las que borran hoy mis dolores.

Cuando estoy lejos de ti mi vida
te extraño tanto que hasta parece
que moriría si no volviera
de nuevo a ver tu figura hermosa.

Estribillo

Al verte chinita linda
nacen en mí cariño y dulzura,
derramando mi ternura
en mil caricias de amor.

Cuando estoy lejos de ti mi vida
te extraño tanto que hasta parece
que moriría si no volviera
de nuevo a ver tu figura hermosa.


Fuente:

-Gutiérrez Miglio, R. 2006. Simón de Jesús Palacios y su famoso "Conjunto de la simpatía" Verón-Palacios. Ed. El Reino Guaraní, Buenos Aires. 62 p.

martes, 10 de enero de 2012

Historiando cantares - El gaucho Quero

Hola a todos.
Prosiguiendo con ésto que dimos en llamar "Historiando cantares" traemos la historia de Orsilio Delis Quero, más conocido como "El Gaucho Quero".
Músicos de la talla de Tránsito Cocomarola, Isaco Abitbol y Rubén Miño le dedicaron sendos chamamés a don Orsilio Delis Quero, quien durante muchos años regenteó el salon bailable que llevaba su nombre en Villa Jardín, Lanús Oeste, Gran Buenos Aires. Por él pasaron muchísimos conjuntos chamameceros que venían de Corrientes y el Chaco, así como los que ya estaban radicados en Capital Federal y provincia de Buenos Aires. Asimismo, muchos músicos y conjuntos que luego se consagraron, debutaron artísticamente en el Gran Buenos Aires en salón "El Gaucho Quero".
El texto fue extraído del libro "El dúo mayor del chamamé: Ubeda-Chávez y su conjunto correntino" del investigador Roberto Gutiérrez Miglio (Ed. El Reino Guaraní, año 2006) y fue enriquecido con información elaborada por el autor de este blog.
Será hasta la próxima.
Pablo


Orsilio Delis Quero
(fotografía extraída del portal "Fundación Memoria del Chamamé")


Orsilio Delis Quero, quien fuera empresario del salón bailable "El Gaucho Quero", nació en Bengolea, pequeña localidad del departamento Juárez Celman, en la región centro-sur de la provincia de Córdoba, en el año 1920, y se radicó en la ciudad de Buenos Aires con sólo 22 años de edad en 1942.

Su inclinación por la música litoraleña, y por sus autores e intérpretes, le valieron que ya en el año 1959 Tránsito Cocomarola compusiera un chamamé instrumental que le dedicara titulándolo justamente como su nombre, "Orsilio Delis Quero", el cual llevó al disco en ese mismo año 1959 con su conjunto y para el Sello Philips (ver disco "Discografía completa Sello Philips Vol. 1 - Discos 78 rpm - Año 1959").

En el año 1965, Orsilio Delis Quero se hizo cargo del salón chamamecero llamado primeramente "El Obrero", ubicado en Villa Jardín, Lanús Oeste (Gran Buenos Aires), que fuera inaugurado por Rogelio "Coco" Zini, Emeterio Fernández y "El Gaucho" Sosa, sobre un terreno con una casilla precaria adquirido previamente por Polito Castillo y "Coco" Zini, a fines de la década del '50, donde se quedó a vivir el bandoneonista "Coco" Zini. A partir del año año 1965, Orsilio Delis Quero se hizo cargo del salón que dejó de denominarse "El Obrero" y pasó a llamarse "El Gaucho Quero". El salón estaba ubicado en la calle Warnes 4168, cuya nomenclatura en ese entonces era Segundo Camino y calle De La Ribera, en Villa Jardín.

Los bailes en "El Gaucho Quero" se realizaban los sábados, domingos, feriados y vísperas de feriados, y según la publicidad, "con los mejores exponentes del arte musical correntino y también conjunto tropical". Además, cuando Orsilio Delis Quero era propietario del salón, tenía su audición radial titulada "Fiestas correntinas", conducida por Pirca Rojas, y coordinada por el mismo Orsilio Delis Quero, que se transmitía los días sábados de 19 a 19:24 hs por LS4 Radio Porteña.

Por el salón "El Gaucho Quero" pasaron todos los conjuntos chamameceros del momento, tanto los nuevos como los famosos, tanto los que estaban radicados en la Capital Federal y en la provincia de Buenos Aires, como los que venían desde las provincias de Corrientes y del Chaco. Incluso, muchos de los músicos y cantores que posteriormente fueron los grandes del chamamé debutaron en el Gran Buenos Aires en el salón bailable "El Gaucho Quero".


"Quevedo-Trevisán y su cuarteto correntino" en el salón bailable "El Gaucho Quero" (año 1969).
Fotografía extraída de la carátula del disco "Quevedo-Trevisán y su cuarteto correntino".


Los bailes del salón, con el nombre de "El Gaucho Quero", se mantuvieron hasta principios del año 1970, en que el salón pasó a denominarse "El Palacio del Chamamé". Posteriormente, en los años 1975 hasta 1977, con dirección general de Rolando Pérez, pasó a denominarse "Salón El Gaucho", hasta que finalmente cerró sus puertas.

Además del citado chamamé de Tránsito Cocomarola "Orsilio Delis Quero", quedaron también otros testimonios como el chamamé "Caraícho Quero" (ver disco "La Fonola Chamamecera - Selección 78 rpm - Vol. 2") de Isaco Abitbol, Roberto Galarza y Jacinto Acosta, y el chamamé de Rubén Miño, igualmente instrumental, titulado "El Gaucho Quero", este último grabado en el año 1971 por el conjunto de Rubén Miño con Los Hermanos Vallejos, y en el año 1974 por Ubeda-Chávez y su conjunto.

Orsilio Delis Quero, "El Gaucho Quero", falleció en la ciudad de Lanús, provincia de Buenos Aires.

Fuente:

Gutiérrez Miglio, R. 2006. El dúo mayor del chamamé: Ubeda-Chávez y su conjunto correntino. Ed. El Reino Guaraní, Buenos Aires. 80 p.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Historiando cantares - El Palmareñito

Hola a todos.
En otro "Historiando cantares", dejamos el chamamé "El Palmareñito" de autoría de don Polito Castillo y Alfredo Morales. El texto corresponde al trabajo realizado por el investigador Roberto Gutiérrez Miglio y publicado en su libro "Tránsito Cocomarola "El taita del chamamé" y sus cantores" (Ed. El Reino Guaraní, 2009).
Enviamos desde aquí un afectuoso saludo a don Leopoldo "Polito" Castillo y especialmente a su hija María Angeles.
Un agradecimiento al amigo Walter David Miño por permitirme publicar una fotografía de su propiedad.
Hasta la próxima.
Pablo




Marcianita Avalos, nombre artístico de Wenceslada M. Avalos, nacida el 20 de abril de 1941 en el paraje Itá Corá, departamento de Mercedes, provincia de Corrientes, cuando tenía entre 17 y 18 años de edad, solía concurrir los fines de semana a bailar con sus amigas a "El Palmareñito", en la Isla Maciel (nota: barrio de la localidad de Dock Sud, partido de Avellaneda, en la zona sur del Gran Buenos Aires), en tanto durante el resto de los días trabajaba como mucama con cama adentro en una casa de familia ubicada en la calle Montevideo y Santa Fe, de la Capital Federal.

Y fue por la primavera del año 1960 en que los salones de baile chamameceros elegían cada uno de ellos a sus respectivas reinas. Y como Marcianita Avalos concurría preferentemente a "El Palmareñito" concursó allí para reina y logró el primer puesto. Fue elegida reina de "El Palmareñito" en la primavera de 1960. Allí, en dicho salón, trabajaba Polito Castillo como director artístico y presentaba los números de su embajada artística y la veía a Marcianita Avalos que iba allí a bailar.

Al año siguiente, en septiembre de 1961, Polito Castillo, Catalino Domínguez Guerra y Pirca Rojas, organizaron el Primer Festival del Chamamé, llevado a cabo en el estadio Luna Park de Buenos Aires, y convocaron a las reinas de la primavera elegidas el año anterior: las reinas de "El Palenque", de "Rincón de Luna", de "Mi ranchito", del "Princesa", de "El Palmareñito", del "Círculo Santiagueño", del "Colegiales", de "Rincón del Litoral", etc. En este festival en el Luna Park fue que Polito Castillo invitó a Marcianita Avalos a bailar. Y después de bailar se citaron para el jueves siguiente en el salón "La Argentina". Allí se pusieron de novios y después se casaron.




Primer Festival del Chamamé en el Luna Park (año 1961). Homenaje a la reina Wenceslada Avalos y a las princesas.


Por su parte, Polito Castillo con el acordeonista Alfredo Morales compusieron el chamamé instrumental titulado "El Palmareñito" al que Polito Castillo adicionó una glosa nostálgica de valioso contenido histórico, en la que recuerda grandes hombres del chamamé de esos años que actuaban en dicho local.

Y en el año 1966 Polito Castillo con su embajada Cartelera Correntina llevó al disco el chamamé "El Palmareñito" recitando dicha glosa. Ello sucedía en el mismo año en que Marcianita Avalos debutaba cantando en su embajada artística y grababa su primer disco, que fue un gran éxito, el chamamé "El pensionista".

Algunos años después, en 1973, Tránsito Cocomarola y su conjunto llevó al disco el chamamé "El Palmareñito" (álbum "Así es Corrientes", SelloPhilips), aunque sin la glosa, siendo la última grabación realizada por Tránsito Cocomarola en su extensa discografía.




Polito Castillo y su esposa Marcianita Avalos en la actualidad. 
Fotografía aportada por Walter David Miño.


EL PALMAREÑITO (chamamé)

Autores: Alfredo Morales - Polito Castillo

El chamamé en Buenos Aires
tiene diversos rincones
donde en danzas y canciones
se evoca el pago natal.
Y aunque aprecio por igual
a todos sin distinción,
quiero hacer una excepción
nombrando con simpatía
al rincón de Antonia Díaz
o sea "El Palmareñito".

Por Corrientes, Palmar Chico,
fue inspirado este lugar,
y por eso al evocar
a don Mariano Cabrera,
a sus hermanos quisiera
confundir en un abrazo,
y nombrar así de paso
mis primeros compañeros,
los Godoy, Silva, Romero,
Carlos y Chencho Cardozo,
y recuerdo muy gustoso
al malogrado Ambrosio Miño,
engarzando con cariño
a Líder, Pavón, Maciel.



Fuentes consultadas:

-Castillo, L. 2009. Mis vivencias con el chamamé. Ediciones El Reino Guaraní, Buenos Aires. 205 p.
-Gutiérrez Miglio, R. 2009. Tránsito Cocomarola "El taita del chamamé " y sus cantores. Ediciones El Reino Guaraní, Buenos Aires. 288 p.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Historiando cantares - La jaula

Hola a todos.
Dejamos aquí otro "Historiando cantares". Hoy le toca el turno a "La jaula", chamamé de Julián Zini en letra y Mario Bofill en música. La versión interpreta por su propio autor se la puede escuchar en este blog en el disco "Avío del alma" de Julián Zini y su conjunto "Neike Chamigo!" cantando Rosita Leiva y Francisco "Kingo" Buscaglia, con el acompañamiento de Félix Ramón "Pochi" Base en guitarra y Antonio Osvaldo "Vaquero" Alvarez en bandoneón.
Hasta la próxima.
Pablo



Por Julián Zini

Volví de Buenos Aires impresionado. La gran ciudad me escandalizó. Todavía lo sigo masticando. No puedo entender hacia dónde vamos. ¿Qué nos está pasando como sociedad? ¡Cómo puede ser que la gente se esté enjaulando...autoenjaulando! Dicen que el miedo es el peor compañero del hombre. Y ha de ser así. Porque lo que está sucediendo es inhumano. La inseguridad hace que pongamos rejas, que levantemos muros, que usemos candados, que instalemos alarmas, que se contraten compañías de seguridad...y que ya no se pueda caminar por las veredas de tanta caca de perros...Da risa, pero es dramático.
Y esta inseguridad, madre del miedo, se expande como una mancha de aceite. Por suerte, hay pueblos del interior que se preparan para frenarla. Comunidades que han decidido mantener su antiguo modo de ser: de puertas abiertas y de corazón grande...de sencillez y de alegría...del saludo y del compartir...en el fondo, de seguir creyendo en los demás y confiando en el otro.
Por todo esto, se me ocurrió juntar las experiencias más hermosas que en mi vida tuve con los pájaros. Porque los pájaros simbolizan de algún modo esa libertad que es imprescindible para que nuestra vida sea humana y merezca vivirse. Ahora mismo, recuerdo mis doce años...allá en Itatí, en el pueblo de la Virgen, aquel señor que criaba tordos cantores, pero sueltos, guachitos...Cómo se le subían por los hombros y le cantaban en las manos...¡Si parecía un San Francisco de Asís..!
Y ahora también recuerdo aquella noche del 31 de diciembre, en Mercedes, después de la misa de medianoche, para iniciar la Jornada de la Paz, y respondiendo al pedido del Papa: "Si quieres la paz, respeta la libertad", me animé y solté mis dos cardenales cantores que, en medio de la noche, entre aplausos y lágrimas, volaron hacia la plaza, hacia la libertad...




LA JAULA

Letra: Julián Gerónimo Zini
Música: Mario Bofill

De niño, allá en Cambaí,
viendo los pájaros presos,
les abrí la pajarera
y quise volar con ellos...

Me acuerdo, allá en Itatí,
de aquel viejo pajarero:
criaba tordos cantores,
pero teniéndolos sueltos...

Estribillo

Nunca más tendré en mi casa
jaula con pájaros presos...
que los pájaros y el canto
para ser libres nacieron...
¡Si quieres la Paz, respeta
la Libertad, carcelero:
no hay libertad ni habrá paz,
enjaulados, compañeros!

Qué lindo, en Capivarí,
entre el monte y el estero,
lo que era aquel despertar
de pájaros musiqueros...

Aprendió mi corazón.
y en un primero de enero,
solté mis dos cardenales
haciendo este juramento...

(estribillo)

Recitado

Se fue a la ciudad, se fue
detrás del sagrado anhelo
de progresar y ser alguien...
una profesión...un sueldo...
Se fue como se van todos
soñando con el regreso,
para aportarle a su pago
con la experiencia, sus sueños...

Pero fue echando raíces
en las grietas del cemento...
Y entró a ese mundo apurado
como en un río revuelto...
Y vio cómo las pirañas
se comen a los ingenuos
y los perros del asfalto
se destrozan entre ellos...

Corrupción...impunidad...
clientela...desempleo...
La miseria trajo el robo
y un millón de pordioseros...
Se inventaron los peajes,
los rehenes y el saqueo...
Y avanzaron como peste
la inseguridad y el miedo...

Por eso, puso una verja
y alzó el muro hasta dos metros;
rejas puso en las ventanas
y alarma puso por dentro...
Cada vez más encerrado
bajo llaves y entre perros...
Se volvió jaula su casa,
y enjaulado, quedó preso.

Ahora vive entre barrotes,
en su casa, prisionero...
como la gran mayoría,
autoenjaulado, creyendo
que si seguimos así
será normal vivir preso,
consumiendo a domicilio
lo que te venden los medios...

¿Qué hará, entonces, con su vida,
atrapado en este encierro:
no más reuniones ni asados,
ni convites ni a "buen tiempo"..!
Para más, si hace memoria,
ve morirse a los abuelos
tal cual mueren las calandrias,
angá, por sentirse presos...

Primero mandaba cartas,
ahora llama por teléfono...
Y a mí se me parte el alma
porque pienso y porque veo
que aquí en nuestra patria chica,
hay lugar y sobra un resto...
porque aunque fuimos saqueados,
aún se comparte lo nuestro.

Con la Cruz y la Itatí,
aún somos ricos por dentro:
aquí todavía el Bautismo
significa parentesco,
y es sangre nuestra el ahijado,
la nietita y el abuelo...
Pueblo chico, infierno grande...
pero al fin, nos conocemos..!

Pensando bien, che pariente,
en tu lugar, yo me vuelvo;
pero no por desertar
abandonando tu puesto,
podés autoconvocarte
y luchar por tus derechos,
o tenés la tentación
de marcharte al extranjero...

Es tu decisión, che hermano,
ésta es tu casa, y tu pueblo...
vení a sumar tu experiencia;
vení a empujar nuestro sueño:
"Ser libres, jamás esclavos
de la guita ni del miedo...
libres para compartir...
Si no se puede: ¡soñemos..!!!"

Fuente:

Zini, J. 2006. Avío del alma. Editora Patria Grande, Buenos Aires. pp. 63-66