domingo, 7 de marzo de 2010

Antonio Tarragó Ros - Taipero poriahú (1975)


Chamigo Pablo:
Es para mí un gusto compartir este excelente disco de Antonio Tarragó Ros. Se trata del cuarto LP de la discografía de Antonio, un músico al que admiro cada día más. Espero que sea del agrado de todos como lo es para mi cada vez que lo escucho.
Carlos "Tato" Gregoret
carlos_gregoret@yahoo.com.ar 

01. TAIPERO PORIAHÚ - chamamé (Pocho Roch - Antonio Tarragó Ros). (*)
02. EL TORO - chamamé (Alberto D. Castillo - Pedro Sánchez).
03. POR SANTA ROSA ME VOY AL RÍO - chamamé (Cacho González Vedoya - Antonio Tarragó Ros). (*)
04. LA CASA DEL CHAMAMÉ - chamamé (Moncho Ferreyra - Antonio Tarragó Ros).
05. LA CANCIÓN DE LOS OBRAJES - chamamé (Pedro de Ciervi - Heraclio Pérez). (*)
06. KILÓMETRO 11 - polca correntina (Constante J. Aguer - Tránsito Cocomarola).
07. CHAMARRA DE SANTA ELENA - milongón (Gerardo Lagos - Antonio Tarragó Ros). (*)
08. GRANJA SAN ANTONIO - chamamé (Angel Guardia - Tarragó Ros).
09. TU LIBRO Y UNA FLOR - vals (Hugo Videla - Antonio Tarragó Ros). (**)
10. HOLA CHAMIGO - chamamé (Osvaldo Sosa Cordero - Antonio Tarragó Ros). (***)
11. A GUALO GODOY - chamamé (Mario Boffil). (*)
12. PANCHO RETAMERO - chamamé (Antonio Tarragó Ros - Coquimarola).

(*) Cantan: Moncho Ferreyra y Angel Dávila
(**) Canta: Perla Argentina
(***) Recitado: Ricardo Sánchez.

Guitarras: Mateo Villalba - Angel Dávila - Moncho Ferreyra.

Temas "El toro" y "Granja San Antonio" ejecutados con acordeón de 8 bajos.

(P) 1975

Texto en contratapa:

"ANTONIO TARRAGO ROS, es retoño de un viejo y digno árbol correntino, que no sólo cobijó su débil tiempo de crecimiento, sino que lo nutrió con su savia para que fuera de la misma madera y proyectara, aunque pequeño árbol, su propia, orgullosa y generosa sombra.
Este es el caso de mi amigo ANTONIO TARRAGO ROS, un hombre de raíz auténtica, que enriqueció lo que había heredado con las vivencias de un nuevo tiempo, sin que peligre, en ningún pasaje de su creación, la personalidad de nuestra música lugareña. De ahí mi alegría y admiración cuando escucho a este joven intérprete; cuando lo veo doblarse sobre su "cordiona verdulera", como rogándole algún sonido más de los que puede dar, para pintar mejor todos los paisajes que el hombre y la geografía le alcanzan a su sensibilidad para convertirlos en música.
Por eso cuando abre ese abanico de sonidos, surgen los colores del canto de nuestros pájaros, del rumor del agua, del silbar de los troperos, del golpe de las hachas y hasta del estridente sapucay del paisano enancado a una alegría. Todo esto y mucho más es capaz de mostrarnos Antonito a través de ese instrumento al que abraza como a las cosas que se aman profundamente.
Y cuando sus dedos dejan de correr nerviosos por la botonera de su "cordeona", silenciando los pájaros que guarda adentro no lo hace para privarnos de su personal estilo de interpretar, sino para alargar su mano en un habitual gesto de amistad, diciendo invariablemente: ¿¡Qué tal, chamigo!?”.

LUIS LANDRISCINA

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1 comentario:

  1. Sigo disfrutando de la gran obra que tú pudiste llevar a cabo, en colaboración de tantos otros paisanos de buen fuste!!!!! Qué maravillas del Litoral, atesoran este blog. Simplemente, GRACIAS!

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