domingo, 23 de septiembre de 2007

Tarragó Ros...el "Rey del Chamamé"

Amigos...quiero compartir con Uds. estas fotografías del gran Maestro. Son discos que aún conservo como reliquias y que mi padre los comprara hacia 1977 cuando yo sólo contaba con 7 años y aún estaba lejos de poder comprender, apreciar y querer el chamamé...También algo de su biografía como para que sepan quién fue y qué hizo por esta música. Un saludo y hasta la próxima.

Del álbum "El Gigante del Chamamé" (1977, EMI-ODEON). Sería la última producción discográfica del Maestro.

Hijo natural de Antonio Francisco Amado Ros y Florinda Reina, el 19 de junio de 1923 nació en Curuzú Cuatiá, provincia de Corrientes, Tarragó Ros, ese era su verdadero nombre y apellido; su único hermano: Antonio “Tunet” Ros (1918); sus abuelos paternos eran Francisco Ros Aguilera y Rosa Tarragó Miró y eran oriundos de Cataluña (España). Su infancia transcurrió en torno a la barraca de cueros que poseía su familia. Allí conoció a peones, mariscadores, gauchos y también músicos. Desde muy niño su inclinación por la música lo lleva a ejecutar una armónica y el piano, para luego de unos años adquirir un acordeón de dos hileras (verdulera). Lo propio hacia con la batería y el acordeón a piano. Sus primeras actuaciones, a los 17 años de edad, las realizó en “Radio Salto”, República Oriental del Uruguay, con un pequeño conjunto de música nativa. El 15 de julio del año 1943, apareció la primera edición del quincenario “Brisas Correntinas”, editada y dirigida por él mismo. Ese mismo año 1943, viaja por primera vez a Buenos Aires, cumpliendo el sueño de provinciano que cultiva el arte. Es contratado por don Pedro Mendoza (de Bella Vista, Corrientes) para varias actuaciones en los salones de baile de música correntina de los que era propietario. Actuó también con Mario Millán Medina, Isaco Abitbol, Ernesto Montiel, Luis Acosta, entre otros. En 1944 regresa a Corrientes y al frente de su conjunto “Melodías Guaraníes”, cuya dirección compartió con el celebrado acordeonista Oreste Hernández, realizó numerosas actuaciones en el Litoral y Brasil, además de presentarse en “Radio Callao”, “La Voz del Aire” y “Radio Prieto”. Luego se incorporó por poco tiempo al conjunto del goyano Mauricio Valenzuela. Posteriormente, ejecutó su acordeón en el conjunto de Emilio Chamorro denominado “Los hijos de Corrientes”. En esos años Pedro Sánchez lo invitó a grabar con su “Trío Taragüi”, siendo ésta su primera grabación discográfica. En 1947, de su fugaz unión con Elia Crispina Molina, nace su único hijo, Antonio Tarragó Ros.

Ese mismo año 1947, decide independizarse profesionalmente y se radica definitivamente en la ciudad de Rosario y fue allí donde conforma su primer conjunto en el año 1949. Al principio forma tríos y luego cuartetos y sextetos. Pero la fama vendría luego de la grabación que realiza como trío en el año 1954 y que bate todos los records de venta en esa época; en esa oportunidad registró “El toro”, chamamé de Alberto Dionisio “Cambá” Castillo y “Don Gualberto”, chamamé que le pertenece y que fuera dedicado a su entrañable amigo y compadre, el acordeonista curuzucuateño Gualberto Panozzo. Desde ese momento, sus éxitos discográficos no cesan; por las ventas millonarias de sus placas en el mercado discográfico argentino, se hizo merecedor de tres discos de oro, uno de platino y el “Templo de Oro”, que otorga Odeón a los artistas más populares en venta. Acompañaron a Tarragó Ros en su primera época: Felipe Lugo Fernández, Carlos Olmedo, Atilio Taboada, Rómulo Velásquez, Antonio Nicolás Niz, Justo Pastor Borda, Gregorio de la Vega, Serafín Altamirano y la cancionista Adriana Selva. Luego se agregó otro acordeón al conjunto, el de Andrés Cañete. También participaron glositas: Gorgonio Benítez, Oscar Albornoz y el último, Edgar Emilio Estigarribia.

Radicado en Rosario durante muchos años, Tarragó Ros realiza giras y actuaciones por todo el país, presentándose en emisoras de radios, canales de televisión y continúa grabando constantemente. Tarragó Ros tenía su propio salón de baile en Rosario, el “Humberto Primo” y también se dedicaba a la actividad gremial en la seccional de Rosario de la “Unión Argentina de Variedades”. El 772, al que dedicara un chamamé, era el Siam Di Tella que manejaba don Pepito y que en esos años conducía al conjunto en permanentes giras por los pueblos y ciudades del litoral. Compuso algo más de doscientos temas y aún en pleno éxito, “El Rey del Chamamé” o “El Gigante del Chamamé”, como se lo llamaba, aquejado de una dolencia, el asma había comenzado a cercarlo. Cuando sintió el primer y último aviso de su corazón, se levantó tranquilo, se afeitó, se vistió con su cuidada elegancia habitual y salió para internarse en el Sanatorio Corrientes de la ciudad de Rosario. A las 14 horas del sábado 15 abril de 1978, dejó de existir, víctima de un paro cardíaco, próximo a cumplir sus 55 años de edad.

Tal fueron sus deseos, que sus restos fueran trasladados a su pueblo natal, velados en el “Club Social y Recreativo Curuzú” por donde desfilaron para dar su ultimo adiós al “Gran Maestro”. Todos los curuzucuateños lo acompañaron hasta su última morada, al son de ritmos de chamamé y hoy descansa en un mausoleo del cementerio de Curuzú Cuatiá, junto a sus amigos Edgar Estigarribia, Gualberto Panozzo y Eladio “Galleta” Romero.

Tarragó Ros, apodado por sus amigos “Tirantillo”, fue sin lugar a dudas un pionero del Chamamé, mas allá de su desaparición física, su trayectoria artística así lo demuestra. Creador de un estilo nuevo, inconfundible y auténtico.

Extraído de www.curuzucuatiaaldia.com.ar

El Maestro en un ensayo con su conjunto. De izquierda a derecha: Miguel Fernández (contrabajo), Julio Gutiérrez (guitarra y voz), Tarragó Ros (acordeón y dirección), Oscar Ríos (guitarra y voz) y Andrés Cañete (2do. acordeón). Tapa del álbum "Jineteando Recuerdos" (compilación, años 1955/60/62/63/67/69/70/73. EMI-ODEON).

Al fin la lluvia...

Domingo 23 de septiembre. Es casi mediodía y acá en el Jardín de la República finalmente llega la lluvia tan esperada. Luego de casi dos meses, el verde de la primavera vuelve a relucir. Esto me trae a la memoria una canción que la aprendí hacia 1986 de un casette que papá compró de Antonio Tarragó Ros en donde cantan Rodolfo Regúnaga y Angel Dávila, y el maestro Isaco Abitbol acompaña con su bandoneón. Me parece un momento más que oportuno para compartir la letra con todos Uds. Hasta la próxima...


CUANDO CALLA LA LLUVIA

(chamamé)


Cuando calla la lluvia
su murmullo en los techos
se renueva el aroma
del jazmín en el patio.


Cuando calla la lluvia
que bendice la siembra
enmudece el arroyo
que a los sauces cantaba.

Estribillo


Tengo en el alma un recuerdo azul
que con la lluvia reverdeció.
Huele a chipá, pororó y carbón
mi tiempo aquel, barco de papel…


Cuando calla la lluvia
ronronea el recuerdo
al rescoldo de un sueño
de almidón y de abuela.


Cuando calla la lluvia,
pies descalzos mi canto,
chapalea los charcos
y arremanga el olvido.


Letra y música: Antonio Tarragó Ros


Chipá: torta de harina de maíz o de mandioca y queso. Muy común en la región Litoral.
Pororó: palomitas de maíz (granos de este cereal reventados por acción del calor).
Rescoldo: brasa resguardada por las cenizas.


Gracias Antonio por ésta y otras obras maravillosas...

sábado, 22 de septiembre de 2007

Les presento a mi tierra...

Mi Mesopotamia...Mi verde Nordeste:
sos raíz vertiente de mi inspiración...
si escarbo tu tierra... si me hundo en tus ríos...
si pulso el latido de tu población...
si ando tus caminos... si hablo con tu gente...
me siento pariente... ¡me siento Región!

Soy Cataratas...

Soy Moconá...

Puente San Roque...

Yacyretá...

Siete Corrientes...

Cruz de urunday...

Puente Belgrano...

Viejo Yberá...


Soy Río Corrientes...

Soy Miriñay...

Soy piedra mora...

Soy arrozal...

Capí-í horqueta

y espinillar...

Cruz Gil piadosa...

Soy ñandubay...


Raíces tengo,

soy mandiocal...

Amo la vida,

yo soy maizal..

Me doy del todo,

yo soy yerbal...

Me sobra un vicio

soy tabacal...

La Ítatí Madre

me hace capaz

de ser hermano

y universal...

Yapeyú Padre

me dio y me da

como bandera

la Libertad...


Hijo de tigre, creí en la paz...

Fui granadero, soy Libertad...

Fui peón y hachero en La Forestal...

Fui malvinero, soy dignidad...

Creo en el hombre-comunidad...

Busco mi patria, tierra-sin-mal...

Mi documento de identidad

lo llevo adentro, ¡ soy sapukay !


Tigre del río,

soy Paraná

Canoa isleña, soy saucedal...

Negra cachuera,

manso Uruguay...

soy Salto Grande...

soy El Palmar...


Soy tierra arada,

flor de azahar...

Soy miel del monte,

soy sandial...

Lázaro blanco,

soy servicial...

Chamamé adentro,

soy Federal.


Raíces tengo,

soy mandiocal...

Amo la vida,

yo soy maizal..

Me doy del todo,

yo soy yerbal...

Me sobra un vicio

soy tabacal...


La Itatí Madre

me hace capaz

de ser hermano

y universal...

Yapeyú Padre

me dio y me da

como bandera

la Libertad...


Padre Julián Zini

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viernes, 21 de septiembre de 2007

Volver en guitarra - Roberto Galarza "El Zorzal Correntino"

Esta es una de las canciones que más llegan al corazón...Creo que es el mejor destino que le puede pasar a un árbol. Disfruten de la letra y de la música. Hasta cualquier momento...
Pablo


VOLVER EN GUITARRA
(chamamé)

Letra y música de Roberto Galarza, el "Zorzal Correntino".

Yo quise ser distinto a los demás,
dejar un mensaje a nuestra tradición,
cantar un pasado, pintar un presente
desear un feliz futuro,
en aras de una canción...

Cantado

Cuando me vaya para siempre de este mundo;
al alejarme de mis seres tan queridos.
Sólo un deseo al Dios supremo, yo le pido,
un imposible pero sé que es tan profundo.

Que se transforme en un árbol mi alma entera,
para que en días calurosos de verano,
bajo mi sombra descansen mis paisanos;
como una posta que me ocupe quien lo quiera.

Que los gurises con la ronda me cercaran,
y los que se aman cumpliendo una promesa,
dejen sus nombres cual recuerdo en mi corteza,
aunque me duela, con cuchillo me tallaran.

Y cuando troce mi madera un carpintero;
que en vez de muebles se dedique a hacer guitarras,
para estar junto a mis amigos en las farras
con acordeonas y un rasguear chamamecero…


Gracias Don Roberto por todo lo que nos has dado.
Que Dios te bendiga chamigo...



 

A modo de bienvenida...

Hola. Estuve pensando si valía o nó la pena de crear este blog. Hasta hace un tiempo atrás lo veía como una pérdida de tiempo. Sin embargo, creo haber hallado el lado positivo de todo ésto y sacarle el máximo de provecho. Contaré algo de mi vida, de dónde vengo, de mi trabajo, de mis amigos y de mi aficción por la música. Un saludo.